Cicuta

Les resta menos de un mes a los alcaldes para concretar su primer año de ejercicio constitucional. Y sé que la mayoría prepara festejos multitudinarios para festejar en grande.
Los informes de actividades que ya elaboran, valdrá la pena analizarlos, en su oportunidad, pues advierto que contendrán harta paja, pues hasta ahora no se les ha visto productivos.
Esto en su generalidad, aunque hay excepciones, como es el caso del presidente municipal de Victoria.
*** Comenta: Juan Sánchez Mendoza

Sheinbaum asegura en su informe que en México hay menos pobres, pero aumenta la crisis laboral

septiembre 1, 2025
Sheinbaum asegura en su informe que en México hay menos pobres, pero aumenta la crisis laboral

Ciudad Victoria, Tamaulipas. – Según la información que Claudia Sheinbaum Pardo consigna en su primer informe presidencial, de 2018 a 2014 la pobreza en México se redujo en un 12 .4 por ciento. Es decir, habría 13.5 millones de menos pobres.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), refiere que de 2022 a 2024 la cifra de personas en situación de pobreza multidimensional se redujo a 38.5 millones y a 7 millones los que están en pobreza extrema.
Pero hacia al segundo trimestre de 2025, la pobreza laboral aumentó a 35.1% de la población y, en agosto de 2025, las carencias sociales –como el acceso a servicios de salud–, afectaron al 34.2% de la población.
En la medición de pobreza multidimensional se consideran el ingreso y las carencias en derechos sociales –rezago educativo, acceso a servicios de salud, seguridad social, calidad, espacios de la vivienda y acceso a los servicios básicos en la vivienda–, por lo que su estudio es más profundo y al parecer más apegado a la realidad.
Sin embargo, hasta la fecha no existe ningún programa institucional que brinde resultados efectivos contra la miseria –que es uno de los males sociales que al paso del tiempo se ha vuelto crónico–, aun cuando esté en apogeo el asistencialismo oficial.
La desigualdad entre los segmentos poblacionales es notable.
Por una parte, se encuentra la minoría que vive las mieles del primer mundo y la civilización; y en la base piramidal se localizan ejércitos de pobres que no alcanzan a satisfacer sus necesidades elementales de vestido, vivienda, empleo y alimentación, ante la notoria pérdida del poder adquisitivo del peso.
En el mejor de los casos –y de acuerdo a informes del Banco Mundial (BM)–, las personas pobres en forma moderada viven con menos de dos dólares al día; algo así como 36 pesos.
El organismo también establece que las diferencias por país son generalizadas y se reflejan en aspectos como las desigualdades en ingresos, étnicas, regionales y la diferencia de acceso a los servicios básicos, aunque se diga que México es el segundo país del Continente Americano con menos desigualdad, apenas por debajo de Canadá
Por décadas –y pese a las ‘buenas intenciones’ de los hombres y mujeres que han arribado al poder y se han comprometido a combatir este flagelo–, el fenómeno continúa y eventualmente se agudiza.
No hay discursos de políticos o autoridades del partido que se trate –izquierda, derecha, centro–, que no aluda al compromiso histórico de combatir la pobreza, sin que ello pase de ser una estrategia de imagen pública o parte de la retahíla de argucias para disfrazar el ignominioso enriquecimiento de algunos cuantos privilegiados, como ha quedado demostrados en regímenes de cualquier corte política.
La visión asistencial del actual Gobierno federal se ha convertido en un esquema recurrente para atacar el problema de raíz, con la repartición de recursos en distintos sectores.

IMPACTO MACROECONÓMICO
De acuerdo con la opinión de especialistas, la pobreza debe ser abordada de manera integral, impulsando el desarrollo sustentable que parta de las condiciones específicas de cada región o comunidad y considere tanto aspectos económicos, ambientales y sociales, como el establecimiento de una gran alianza cuyos autores centrales sean los afectados, el gobierno y la iniciativa privada.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL), sostiene que, si se busca superar la pobreza estructural, los programas que alientan la producción y el empleo locales tendrán efectos más sostenibles que los que reparten alimentos y recursos.
Ahora bien, pese a que organismos internacionales clasifican a México dentro de las primeras 20 economías del mundo, esto no se refleja en la disminución de la pobreza. Los avances macroeconómicos no impactan a los hogares de millones de compatriotas, que cada día que pasa ven disminuidas sus posibilidades de superación.
Hay evidencias que demuestran que los planes productivos nacidos en las esferas del Gobierno federal no han dado los resultados establecidos; sobre todo porque se diseñaron desde el escritorio y los que se ejecutaban con anterioridad –algunos aún aplican–, tienen una cobertura limitada que las más de las veces ahondan la problemática en el mediano y largo plazo.
Otro de los factores que contribuyen a convertir en un mal endémico la pobreza son la crisis económica, la imposición de programas, la falta de continuidad en los que resultan viables, la mala distribución del ingreso y las profundas asimetrías que persisten en el país (regiones y grupos sociales).
Igual que los rezagos sociales como el desempleo, el empleo inestable y el consecuente deterioro del poder adquisitivo.

TRABUCO AÑEJO
El problema que nos ocupa es muy complejo, ya que está ligado al crecimiento de la economía y a las políticas sociales que se implementaron en el régimen presidencial de Andrés Manuel López Obrador y han sido replicadas y multiplicadas en el primer año de gobierno de Sheinbaum; así como a la organización y participación que debieron tener otros actores del Gobierno federal en la superación de esta problemática que se ha convertido en un lastre histórico y amenaza la seguridad nacional de no ponerse atención al mismo, como bien lo han advertido algunos estudiosos del fenómeno.
De ahí la urgencia de que la presidenta fortalezca y renueve a las instituciones relacionadas con la problemática social, a fin de que éstas den respuestas a las necesidades del pueblo y a la vez reduzcan las desigualdades que aún genera su modelo de transformación.
*** Redacción: CONTROVERSIA.mx