Por Fernando Acuña Piñeiro

 

Las benditas redes sociales, ésas que llevaron al triunfo al presidente Andrés Manuel López Obrador, hoy pareciera que están cambiando de opinión.

Esa es la tendencia en la cual coinciden las principales encuestadoras del país. En marzo del 2019, la aceptación ciudadana le otorgaba al titular del Ejecutivo federal un elevadísimo 78 por ciento, mientras que hoy, un año después, la figura presidencial ha caído 19 puntos porcentuales, al registrar 59 por ciento.

Son tres los rubros en los cuales la decepción social registra una alza sostenida, y por momentos impresionante: el tema económico, el combate al crimen organizado y el tema de la violencia. Especialmente en lo que se refiere a los feminicidios el disgusto de amplios sectores de la población es evidente. Tres de cuatro encuestados percibieron un incremento de la violencia contra las mujeres.

Sin embargo, tampoco se puede decir que el bastión social del obradorismo se haya derrumbado. Pese a lo anteriormente expuesto, todavía un poco más del sesenta por ciento tiene confianza en que el Presidente rendirá buenas cuentas al final de su mandato.

Aquí el problema es que, si en menos de un año el caudillo de la 4T ya ha bajado sensiblemente en su popularidad, ¿cuál será su situación en 2021, cuando AMLO va a necesitar refrendar el poder legislativo de la Cámara baja en el Congreso de la Unión?

Pero no sólo eso. Es muy probable que, junto con su creador y líder absoluto, el partido MORENA también resienta desgastes, y que ello se refleje también en la lucha por los estados. Hasta finales del año pasado, las encuestas arrojaban que MORENA ganaría 12 de las 15 gubernaturas en juego. No sabemos hasta qué punto lo que está ocurriendo ahora pudiese modificar esta tendencia, sobradamente favorable al obradorismo.

Ahora bien, ¿si las redes sociales han empezado a cuestionar con mayor severidad al Gobierno federal, cuál o cuáles son los temas de mayor discrepancia que están provocando esta drástica caída en la popularidad obradorista?

Sorprendentemente no es la inseguridad, ni el tema económico, sino la manera como el Presidente y su jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, han reaccionado a la ola de feminicidios en la CDMX y en otras ciudades del país.

Por cierto, aquí también podría estar en juego la carrera política y las aspiraciones presidenciales de Sheinbaum, considerada hasta ahora como una de las punteras en el top tende la sucesión obradorista y la 4T.

 

La renuncia de Muñoz Cano, ni huele ni hiede

Una renuncia que no conmueve ni al más modesto de los intendentes del PRI estatal.

Y es que, la del aludido, fue una carrera gris, artificial e inflada, pues realmente nunca tuvo una carrera de partido, y más bien se empleó de manera personal, pero sin mayores convicciones partidistas.

Por eso ahora que hace pública su renuncia, no creemos que el edificio del boulevard, donde despacha el ríobravense Edgar Melhem Salinas, vaya a registrar una especie de temblor, o cosa parecida.

 

Vinculan a la líder de ‘Brujas del mar’ con Felipe Calderón

Arussi Unda, una ‘mercadóloga’ líder y vocera del grupo feminista ‘Brujas del mar’, creado el 29 de septiembre del 2019, ha sido vinculada políticamente con el grupo político del ex presidente Felipe Calderón.

Y desde hace más de una semana circula una foto en la cual la citada mujer aparece sonriente con Calderón; y sostiene entre sus manos un libro publicado por FCH en 2014, como una defensa de su estrategia de Gobierno, especialmente en el tema de la seguridad.

Sin embargo, concederle todo el mérito a esta dama sería como aceptar que Calderón va a mover a cientos de miles de mujeres en la protesta que se llevará a cabo este nueve de marzo, y que ha encendido los focos rojos en el bunker obradorista.

 

Se niegan a liberar recursos para atacar el coronavirus

Mientras que las cámaras de Diputados y de Senadores de mayoría morenista están proponiendo cifras presupuestales de 25 y 20 mil millones de pesos para atacar el coronavirus en México, las autoridades de Salud y, específicamente el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, rechazó que se requiera dicho presupuesto.

Lo que aquí se observa es que de nuevo la tacañería de la 4T, para curar a los mexicanos, vuelve a flotar en el escenario.