México, El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) presentó lectura en Braille, música, artes visuales y juegos tradicionales, en la primer Feria de la Inclusión en la cual el Museo Nacional de la Estampa y el Laboratorio Arte Alameda realizaron propuestas interactivas de Extensión Cultural.

En las carpas instaladas el sábado 16 de octubre de 11:00 a 17:00 horas se atendió a más de dos mil participantes, tanto personas con discapacidad y público en general que, en el marco de la convivencia pudieron sencibilizarse. También, se les proporcionó información de exposiciones y actividades como el programa Puedo ayudARTE, enfocado a personas con autismo y con condiciones de neurodesarrollo y similares.

Asistentes de todas las edades se formaron en el Taller de Gráfica Móvil para elegir un grabado en linóleo para entintar y pasarlo posteriormente a la prensa y al tórculo para poder llevarse su estampa; además, personas ciegas pudieron tocar los instrumentos de impresión para conocer su funcionamiento, informó el comunicado del INBA.

Mientras que en la actividad Punto de encuentro, los participantes pudieron unir emociones en una especie de telar triangular: un lado los representaba (hilo azul), otro correspondía a las personas cercanas (hilo rosa) como familiares y amigos, y el tercer lado era la sociedad, para lo cual debían elegir adjetivos de cómo eran, cómo les gustaría ser y cómo quisieran que fueran los demás.

En un espacio dedicado a personas sordas, tocó el piano Juan Pablo Medina Gama, de 11 años, estudiante del Sector Infantil del Conservatorio Nacional de Música (CNM), cuya mamá, Isis Medina, explicó que Juan Pablo usa un implante coclear desde los cuatro años y tiene secuelas de parálisis cerebral que lo hace encoger los dedos, pero el piano fue una alternativa para su rehabilitación.

Asimismo, dentro del programa Leo…luego existo, la cantante, actriz y atleta Crystal realizó la primera lectura en Braille, leyó la biografía de Louis Braille y presentó diapositivas del material utilizado por los invidentes en sus actividades cotidianas; mientras que Arturo Rosales, caracterizado como Doña Catrina, interactuó con el público a través de textos que combinó con algunas canciones.