Por Sánchez Mendoza
Pese a cometer acciones violentas que aterrorizan a la población mexicana y cobran víctimas inocentes durante sus refriegas, el Presidente de nuestro país ha pedido a su homólogo estadounidense no declarar como terroristas a los cárteles que operan acá en el terruño.
Y éste, tras amagarlo para condicionar la firma del T-MEC –el acuerdo trilateral de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos–, cedió, aunque sólo por el momento, según sus propias declaraciones, vertidas vía twitter.
Ahí, expone Donald John Trump que “se ha completado todo el trabajo necesario para declarar como organizaciones terroristas a los carteles (que operan en México).
“Estatutariamente, estamos listos para hacerlo. Sin embargo, a pedido de un hombre que me gusta y respeto y que ha trabajado tan bien con nosotros, el presidente Andrés Manuel (López Obrador), retrasaremos temporalmente esta designación y se intensificarán nuestros esfuerzos conjuntos para tratar decisivamente con estas organizaciones viciosas y en constante crecimiento”.
Esa determinación, ya esperada, favorece a los dos.
Al tabasqueño en su política reconciliatoria con malhechores a quienes reiteradamente ha ofrecido deponer las armas, en búsqueda de un acuerdo pacifista; y al mandatario yanqui en su propósito reeleccionista a un año de celebrarse comicios en la Unión Americana, pues cada día avanza más, en el ánimo popular, Michael Rubens Bloomberg (del Partido Demócrata).
No sólo por ser contrario (ideológicamente) al republicano, sino porque éste comparte con López Obrador su estrategia para tratar el asunto de los migrantes y al fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
Recuérdese que en Estados Unidos, existe actualmente una población latina cercana a los 57 millones y que aproximadamente el 63 por ciento es origen mexicano. Es decir, 36 millones de personas con derecho a voto por su situación migratoria.
Como fuere, el ‘recule’ de Trump no debe considerarse un triunfo para López Obrador, sino el resultado de otra ‘finta’ del republicano para medirle el agua a los tamales en su interés reeleccionista.
En cuanto a la postura del tabasqueño ¿hace mal, o bien, en pedir que no se catalogue a los carteles como grupos terroristas?
Hay dos encuestas que reflejan el ánimo popular, aquí en México.
Una de Consulta Mitofsky y la otra de la firma TResearch, coincidiendo en (+/-) dos puntos (49 por ciento) que los cárteles son grupos terroristas; e igual coinciden (en más/menos el 46.7 %) sobre su apreciación de que sólo son núcleos delincuenciales.
Entre ambos sondeos apenas asoma una diferencia de tres puntos sin considerar las fracciones.
De cualquier forma forma Trump reculó.
¿Y usted, qué opina?