Por Fernando Acuña Piñeiro

 

En la primera transición política, cuando llega Fox al poder, su discurso en contra de las tepocatas y víboras prietas del PRI gobierno, pronto se disolvió en un amasiato político al viejo estilo. Al final terminó siendo igual o peor que ellos. Hoy parece estar sucediendo lo mismo con AMLO y la llamada ‘mafia del poder’. Nadie molesta a sus élites.

En México, los ex presidentes de la República siguen siendo intocables.

De acuerdo a los expertos en derecho nacional e internacional, ningún ex presidente de la República es impune ante la ley. Pero si no hay voluntad política del Gobierno en turno para enjuiciarlos, seguirá imperando la cultura del borrón y cuenta nueva.

Primero corrieron rumores de que la 4T iba por el ex presidente Enrique Peña Nieto. Pero la pesca anti corrupción se quedó en peces menores como su abogado Juan Collado y Rosario Robles, misma que al parecer ya se las debía desde los tiempos perredistas, cuando ocurre lo de aquellos vídeos escandalosos que ocasionaron la derrota presidencial de AMLO en el 2006.

Lo mismo ocurre ahora con la presunta responsabilidad del ex presidente Felipe Calderón en su complicidad con algunos cárteles del narcotráfico. Todo ello en el marco de la detención de su brazo derecho en el tema de seguridad, Genaro García Luna.

Habrá que ver qué es lo que hace AMLO sobre estos dos ex presidentes de la República. Por momentos se observa que le está temblando la mano, o ¿acaso carecerá de las pruebas suficientes para actuar..?

En estos momentos, cuando el gobierno de AMLO atraviesa por una crisis política y económica, y ante las múltiples presiones derivadas de la pandemia y la contracción de la economía global, una acción penal en contra de los ex presidentes tal vez le redituaría puntos. Aunque también el país podría verse estremecido por mayores niveles de anarquía y enfrentamientos. Ser o no ser, he ahí el dilema para el caudillo de la Cuarta Transformación.

En el caso de Peña Nieto, se podría pensar que AMLO le estaría pagando el favor a su antecesor por dejarle franco el paso rumbo al poder, en el 2018. En repetidas ocasiones López Obrador le agradeció públicamente a Peña el no haber intervenido en los comicios.

Lo cierto es que Peña Nieto sigue muy campante, ratos en México y ratos en España. Hace apenas tres días el senador por MORENA Salomón Jara Cruz demandó a la Fiscalía General de la República investigar a los ex presidentes Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa, supuestamente involucrados en los delitos que actualmente tienen en una prisión estadounidense al ex secretario de Seguridad Pública federal.

Siendo todavía candidato a la Presidencia de la República, en mayo del 2018, López Obrador declaró que de llegar al poder no desataría una cacería de brujas. El 27 de septiembre del año pasado, ya como Presidente de la República, Andrés Manuel dijo: “No vamos a iniciar denuncias porque también  tendríamos que juzgar primero a los de arriba. Nada de juzgar chivos expiatorios. Tendríamos que juzgar a Salinas, Fox, Calderón y Peña Nieto. No es mi fuerte la venganza, quiero que la justicia vaya hacia adelante, y lo mismo en el ejercicio del poder público. Lo pasado, pasado”, reiteraría el tabasqueño.

Hoy las cosas parecen ser muy diferentes. A nivel de columnas políticas y noticieros el ambiente político está demasiado tenso, y de acuerdo a las declaraciones del presidente López Obrador, uno podría pensar que ha decidido ir contra el ex presidente Felipe Calderón.

Recientemente AMLO dijo que Estados Unidos debe realizar una investigación a fondo sobre los posibles nexos de García Luna con el narcotráfico.

Apenas este lunes circularon presuntas revelaciones formuladas por la periodista y escritora Anabel Hernández, en las cuales afirma que el ex presidente Calderón estaba enterado de la relación que su secretario de Seguridad tenía con los cárteles de la droga. Pero todavía peor, la periodista da a conocer una carta que le habría sido enviada por el narcotraficante ‘La Barbie’, donde asegura que el mismo Calderón presidía reuniones con el narco”.

El episodio más reciente es el de la ex embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, cuando señala que tuvo indicios, aunque no información confirmada, sobre los presuntos nexos de García Luna con grupos delincuenciales en el gobierno de Calderón.

Posteriormente, en declaraciones a la revista Proceso, Jacobson habría aceptado que Calderón estuvo enterado de las relaciones de García Luna con los narcos.

Lo cierto es como ningún otro sexenio de los tiempos actuales, el de Calderón estuvo signado por accidentes de aviación que produjeron el fallecimiento de dos secretarios de Gobernación: Juan Camilo Mouriño, ‘el hermano’ y delfín sucesorio de Calderón Hinojosa; y Francisco Blake Mora, su relevo en el cargo. Hoy, el segundo hombre fuerte del michoacano (después de Mouriño), Genaro García Luna, está preso en Estados Unidos.