“ENLACE POLÍTICO”                                                           29 NOVIEMBRE 2019

POR: ALEJANDRO GOVEA TORRES

 No será fácil el reto que Edgardo Melhem Salinas tendrá ahora que asuma la dirigencia estatal PRI, puesto que la militancia se encuentra resentida porque en reiteradas ocasiones ha sido desplazada para nominar a parientes y amigos de quienes ostentaban el poder político, pero también por la designación de los mismos de siempre en la cúpula partidista a pesar de que carecen de liderazgo.

          Afortunadamente el ahora exdiputado federal se ha distinguido por ser un hombre conciliador, como lo demostró para lograr el apoyo de Enrique Cárdenas del Avellano, Tomás Gloria Requena, Arturo Núñez Ruiz y Emilio Grimaldo Hernández, quienes se unieron a él para encabezar la planilla de unidad.

          A propósito, el próximo lunes 2 de diciembre se realizará el registro de la fórmula integrada por Melhem Salinas como presidente y Mayra Ojeda Chávez como secretaría general, por lo que no se descarta la posibilidad de que este mismo día el órgano auxiliar de la Comisión Nacional de Procesos Internos expida la constancia y sean declarados dirigentes electos.

          El evento está programado para el medio día en la sede del PRI Estatal, en donde el delegado del CEN del tricolor, José Luis Garza Ochoa, presidirá los trabajos para el registro de la planilla de unidad.

          Antes, la fórmula integrada por Melhem Salinas y Ojeda Chávez se reunirán con varios exdirigentes del tricolor, como es el caso de Cárdenas del Avellano, Sergio Guajardo Maldonado, Eliseo Castillo Tejeda, Ramiro Ramos Salinas, Homar Zamorano Ayala, Rafael González Benavides, entre otros.

          También sostendrán una reunión con los otros aspirantes, es decir con Cárdenas del Avellano, Gloria Requena, Núñez Ruiz y Grimaldo Hernández, a fin de llegar juntos a la ceremonia de registro en la sede estatal del tricolor.

          De regreso con el reto de la conciliación priísta, Melhem Salinas empezará con el pie derecho no sólo por el hecho de tener el apoyo de los otros aspirantes a la dirigencia estatal del PRI, sino también porque junto con él estará prácticamente una cara nueva con la inclusión de la joven abogada Ojeda Chávez.

          De esta manera se responde a una sentida demanda a la militancia que se quejaba de que no había caras nuevas, ni se reconocía la trayectoria de priístas que se iniciaron desde jóvenes en el otrora partido de las mayorías.

          La crítica situación del PRI, sobre todo el económico, hará que se recobre la figura de los comités de financiamiento, debido a que las prerrogativas que recibirá no serán suficientes ni siquiera para pagar la nómina.

          En fin, el reto principal de la fórmula integrada por Melhem Salinas y Ojeda Chávez será lograr la conciliación de la militancia, que está dispuesta a “sudar de nuevo la camiseta” siempre y cuando se tome en cuenta a las o los líderes naturales en lugar de las o de los recomendados, además de prescindir de todas y todos aquellos que se fueron a otros partidos políticos, ni siquiera en aras de sumar porque permitir el regreso de los traidores sólo propiciaría el desencanto que propició la abrumadora derrota sufrida el pasado 2 de junio.

          En otro tema, resulta interesante ver la respuesta ciudadana a la invitación que ha hecho el activista Julián LeBarón Ray para realizar una marcha el próximo domingo 2 de diciembre, que partirá del Ángel de la Independencia al Monumento de la Revolución, a fin de exigir acciones más contundentes en contra del crimen organizado en lugar de la política de “abrazos, no balazos”.

          Y más que el próximo domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador también está convocando a la población para celebrar el primer año de su gobierno en la Plaza de la Constitución, en donde los asistentes escucharán de nuevo que todo anda muy bien, que la economía no está estancada, que hay suficiente abasto de medicinas y sobre todo que se logró frenar, supuestamente, el índice criminal en nuestro país.

          Los LeBarón esperan tener la solidaridad de todas aquellas familias que han sufrido en carne propia la ola de violencia del crimen organizado en el país, como les ocurrió a ellos el pasado 4 de noviembre en La Mora, municipio de Bavispe, Sonora, cuando sicarios fuertemente armados masacraron a 11 miembros de su familia, entre ellos 9 eran menores de edad.

          Este hecho doloroso propició que la familia LeBarón haya solicitado al presidente Donald Trump que considera a los narcotraficantes mexicanos como terroristas, cuya petición ha provocado una escalada de críticas en contra de ellos por parte de los seguidores de López Obrador en las redes sociales.

          Los han llamado vende patrias, asesinos, cristianos desagradecidos, entre otros epítetos de fanáticos de la 4° Transformación, que no soportan las críticas abiertas a las políticas de López Obrador, como es el controvertido sacerdote católico Alejandro Solalinde Guerra, quien acaba de ser denominado como un “curita de cuarta” por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa.

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