Por Juan Sánchez-Mendoza

 

En las paradisiacas playas de Acapulco (Guerrero), durante el ‘puente’ que hoy concluye, se registraron siete casos de coronavirus: Uno dio positivo, 5 fueron sospechosos y otro se encuentra en observación.

Obviamente, a quien más interesa que no se propague el dato, es a la industria sin chimeneas (hotelera), pues la ocupación alcanzó el 90% entre el viernes y domingo que nos anteceden.

Más cuando promociona ‘atractivos paquetes’ a partir del 20 de marzo y hasta el 20 de abril, para visitar no sólo Acapulco sino otros destinos, que es precisamente el lapso que la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio para suspender actividades en todas las escuelas del país a fin de prevenir el contagio.

En su descargo, debo admitir que el infectado proviene de Argentina y antes de arribar al puerto tuvo contacto con otros pacientes. Pero así como él llegó a Acapulco quizás otros turistas lo hayan hecho sin presentar algún cuadro patológico, lo que no garantiza que el virus esté lejano.

De cualquier forma la industria hotelera en connivencia con aerolíneas ‘bombardean’ a la sociedad con ‘paquetazos’, para que (antes y durante la Semana Santa), ésta, visite los destinos turísticos de México.

Obviamente hay quienes ya se ‘gancharon’, por irresponsabilidad ante la alerta nacional de no salir salir para evitar exponerse al contagio.

Más lo cierto, es que su ‘arrojo’ nos afectaría a todos, pues nadie sabe cuándo, dónde ni cómo seríamos infectados.

Sobre todo cuando el virus no se manifiesta inmediatamente –como lo reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS)–, sino días después.

O sea, cuando el cuadro es patético.

En España e Italia, los países europeos con más casos de transmisión a nivel mundial, se han tomado medidas drásticas, hasta el grado de prohibirles salir a la calle sus pobladores, mientras no haya garantías de salud.

La Unión Americana transita el mismo sentido, al cerrar aeropuertos y puertos navales y puertas fronterizas.

Pero aquí en México, la usura de la industria sin chimeneas oferta con libre protección oficial ¡vacaciones a bajo costo!

Basta con abrir las redes sociales o encender la televisión, para darse cuenta del ‘bombardeo’ que anima a los hijos o la mujer a exigir salir a una de las playas del Gofo de México o el Pacífico; destinos turísticos del norte y sur del país, del occidente y centro, cuando la pandemia es real.

Y todo, por culpa de la usura, a quien no le importa la salud.

Sólo ganar.

De ahí que mi sugerencia es que atienda la recomendación oficial, de: evitar convivencias masivas, asistir a encuentros multitudinarios, viajar a la playa u otras áreas de alta concentración; y evitar saludar de beso, mano y abrazo a sus semejantes.

Y le recuerdo:

La etapa de contingencia no significa vacaciones.

Es un lapso para auto proteger a Usted y a su familia.