Estados Unidos entregó este miércoles a Corea del Sur cuatro de sus bases militares en la península coreana, luego de un largo procedimiento de descontaminación y para calmar las preocupaciones sobre su impacto adverso en los planes de desarrollo regional.

Corea del Sur y Estados Unidos también iniciaron el esperado proceso de devolución de la Guarnición de Yongsan, en el centro de Seúl, que una vez fue el hogar del cuartel general de las Fuerzas Armadas estadunidenses en Corea del Sur (USFK), en donde se contempla construir un parque nacional.

Los aliados lograron el acuerdo durante la reunión del comité conjunto del Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA) en el Campamento Humphreys, un inmenso complejo militar de Estados Unidos en Pyeongtaek, a unos 70 kilómetros al sur de Seúl. El SOFA regula la condición jurídica de los 28 mil 500 soldados estadunidenses que se encuentran en Corea del Sur.

Ko Yun-ju, director general del departamento de asuntos estadunidenses de la Cancillería de Corea del Sur, y el vicecomandante de las USFK, el teniente general Kenneth S. Wilsbach, quien también es jefe de la séptima Fuerza Aérea, presidieron la reunión del SOFA.

El acuerdo se produjo después de que la oficina presidencial, Cheong Wa Dae, expresara, en agosto, su deseo de acelerar el proceso de entrega de 26 instalaciones militares estadunidenses.

Las cuatro bases devueltas son los campamentos Eagle y Long en Wonju; las parcelas del Campamento Market en Bupyeong; y la parcela del campo de tiro Shea en el Campamento Hovey en Dongducheon. Las mismas habían sido cerradas entre 2009 y 2011.

La devolución forma parte de un plan de reubicación para consolidar las bases estadunidenses, localizadas a lo largo de la península, en dos guarniciones en Pyeongtaek y Daegu, con el fin de mejorar el nivel de preparación de defensa y las eficiencias operacionales frente a las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte.

El Ejército estadunidense dijo que tiene 13 sitios adicionales “completamente desocupados y cerrados” que actualmente están listos para ser devueltos.

Las USFK establecieron su cuartel general en Yongsan en julio de 1957, tras la Guerra de Corea de 1950-53.