MELITON GUEVARA CASTILLLO.

 

En México hay tres niveles de gobierno: el Federal, el Estatal y el Municipal. Cada uno de estos gobiernos tienen competencias que están determinadas en la base legal: la Constitución Política del país, la que corresponde al Estado y, en el caso de los municipios, hasta hay un Código Municipal. Y, además, cuando se habla del municipio siempre nos referimos al Artículo 115 constitucional, que es el que establece las atribuciones básicas de tal gobierno.

 

¿Por qué, en estos momentos, en que se da un relevo en el gobierno municipal, nos acordamos del Artículo 115 Constitucional? En principio, por una razón muy simple: cuando inicio el gobierno de Xicoténcatl González Uresti, desde el primer día, se le identifico como un bailador de zumba y con actos protagónicos; y ahora, su relevo, Pilar Gómez, no baila zumba, pero se pone a recoger la basura.

 

PREPARADOS PARA GOBERNAR.

¿Qué debe saber una persona que va a gobernar, un municipio o una entidad federativa? ¿Se necesita tener, vaya pues, conocimientos especiales para ser Presidente Municipal o Gobernador del Estado? En realidad no, nuestras leyes no tienen nada de influencia del Platón, el filósofo griego, que demandada, quería pues, que los gobernantes fueran los más instruidos. Nada de eso hay, como requisitos.

 

Por ejemplo, en la entidad, para ser gobernante la Constitución establece en el artículo 78, fracción 5, “poseer suficiente instrucción”. Y en el caso de los Presidentes Municipales, es claro, tener un modo honesto de vivir, saber leer y escribir (Código Municipal, Art.. 26, frac. V). Y, además, hemos tenido como gobernantes a egresados de prestigiadas Instituciones de Educación Superior, y no, ni siquiera han contado con el valor de la honestidad.

 

TAREAS DEL GOBIERNO MUNICIPAL.

Cuando Xicoténcatl González se convirtió en alcalde, una de sus acciones que fueron más criticadas, fue el de bailar zumba. Llegaba, por decir, a una escuela, hacia honores con ellos y luego les daba rutinas de baile… pensemos positivamente: quería inducirlos a una reactivación física, a que hicieron ejercicio… pero se choteo, porque descuido lo esencial: gobernar y administrar al municipio.

 

Y con todo y que Pilar Gómez es abogada y viene, vamos pues, con la expectativa de que corregirá el rumbo del barco, la primera impresión que me causo, fue lo primero que hizo… ella le llama trabajo de territorio: se puso a recoger basura y las imágenes inundaron las redes sociales; y, los comentarios, fueron de todo tipo: los que le aplauden la decisión de cargar bolsas de basura, hasta lo que consignan que entiende los problemas de la ciudad, hasta los que la criticas.

 

En lo personal creo que no es su tarea recoger basura. Que ordene y disponga, esos si, que haya más camiones, más trabajadores, mejores rutas, eso sí. Su tarea es gobernar, administrar los recursos del municipio, resolver los problemas y carencias comunes de la población.

 

FUNCIONES Y SERVICIOS MUNICIPALES.

Las funciones y servicios municipales son, entre otros, los siguientes: a) Agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; b) Alumbrado público; c) Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos (basura); d) Mercados y centrales de abasto; e) Panteones; f) Rastro; g) Calles, parques y jardines y su equipamiento; h) Seguridad pública, policía preventiva y tránsito.

 

La lectura del Artículo 115 Constitucional nos entera de cuáles son, de manera concreta, las funciones y tareas que debe realizar Pilar Gómez en su condición de Presidenta Municipal. Y en ese balance, todo sabemos que recibió un gobierno destrozado, y que, la verdad, no lo va a arreglar con fotos recogiendo basura, ni que con pala en mano se ponga a tapar un bache o a regar y limpiar los jardines de la ciudad.

 

CONDUCIR LOS ASUNTOS MUNICIPALES.

No, su tarea no es operativa, no es manual: es de conducción, de análisis y estrategia, tiene que encontrar recursos, aplicarlos correctamente y, solo así, es como hará valer, demostrar pues, que tiene una vocación de servicio y que, no viene, como otros ya lo hicieron, solo a servirse.