Por Felipe Martínez Chávez

 

El gobierno de don ‘Peje’ está por cumplir año y medio y es fecha que no reúne completo el equipo de su consulado en Tamaulipas.

La ‘súper delegación’ que había prometido no le funcionó. Está enfocada a la cosecha de simpatías, pagar los programas sociales que serán el voto cautivo para la siguiente elección y juego de la primera revocación de mandato. No le ocupa más atención que eso.

Había prometido designar a un delegado por cada entidad federativa para ahorrarse, tan sólo en sueldos, alrededor de 15 mil millones de pesos.

No ha funcionado como prometió. Siguen algunas delegaciones con la estructura arcaica del priismo.

Le vamos a dar algunos ejemplos.

La delegación de Comunicaciones y Transportes sigue siendo autónoma. El director general (Tamaulipas) es un tal Ricardo Ortiz Estrada, quien en su currículum manifiesta tener dos carreras truncas: Ciencias Administrativas (cursó tres semestres en la Escuela Bancaria y Comercial, del ex DF), y la de Ingeniería Civil (cinco semestres) en la Universidad Autónoma de Guadalajara (la particular).

Al final consiguió el ansiado título de civil evaluado por el CENEVAL, o sea como autodidacta (acuerdos secretariales 286, 328 y 357 de la SEP), en el año 2015. Es profesionista de milagro.

No se sabe de dónde es originario, si chilango o jalisquillo.

Bueno, pero el objetivo no es ése, sino el de la chambita y sus ingresos.

Recibió nombramiento como delegado desde el 8 de diciembre del 2018 con un sueldito (a la primera quincena de marzo 2020,  según la nómina transparente del señor López) mensual de 126 mil devaluados, que en algo le han de servir. De perdido para los ‘chescos’ si, como se dice, es empresario de la construcción allá por el Pacífico.

Se nos pasó decir que el cónsul José Ramón Gómez Leal tiene asignados 126 mil 617 varos cada 30 días que, con la quita de impuestos, le quedan alrededor de 90 mil. Deben servirle de perdido para pagar el recibo de luz en los United States, donde vive.

Es que, en su declaración presentada en abril del 2019 ante la Secretaría de la Función Pública, don Ramón dijo que sus ingresos netos son de 243 mil pesillos por mes, de ellos 150 mil por ‘servicios profesionales’.

Si autorizó que su declaración patrimonial permanezca al público, es porque tiene aspiraciones (por el partido MORENA) y quiere que el respetable conozca que es un hombre rico y no llegaría al Gobierno a robar, como se dice en lenguaje llano.

El hombre confiesa que antes de ser funcionario federal, con fechas 13 de marzo y 4 de abril del 2018, compró dos vehículos al contado para su servicio: Una Nissan Armada en 897 mil pesitos y una kicks exclusive en 325 mil (debieron servirle para la campaña como candidato a alcalde de Reynosa).

En México no tiene casa o construcción alguna (dice su declaración), sólo un terreno de 500 metros cuadrados que le donó su padre en el 2006, y que tiene un valor de un millón de pesos.

Bien hecho, lo felicitamos desde esta colaboración. Es un hombre público y su patrimonio debe ser ídem.

El uno de enero del año 2000 (pudo haber sido regalo de año nuevo; no de siglo porque éste entró hasta el 2001), su padre le donó un relojito que tiene valor de 120 mil dólares (que quede aclarado, dólares y no tepalcates).

No tiene deudas con nadie.

Reportó cuentas bancarias, una en dólares, también millonarias, cuyas cantidades nos reservamos para otra entrega por cuestiones de espacio.

Hay que recalcar que ‘JR’ es congruente con el Gobierno pejista que se dice el más transparente y ‘ser diferente’ a los priistas y panistas.

Nos apartamos algo del tema pero volvemos.

En Tamaulipas funcionaban por lo menos 52 delegaciones, de las cuales más de la mitad siguen en operación. El señor López Obrador no ha cumplido con su palabra de suprimirlas y ahorrarse lana en sueldos.

Otra que no se ha fusionado es la secretaría de Relaciones Exteriores, donde el delegado es Fidel Cárdenas Luévano, designado en octubre del 2019. Su ‘chivito’ del erario es por 62 mil 042 pesos.

Parece tamaulipeco pero aquí llegó de la CdMx donde laboró en la jefatura de Gobierno entre el 2008 y el 2013 en las secretarías de Gobierno, Educación y hasta el DIF.

También hace pública su declaración. Tiene una cuenta bancaria pero con ¡cero pesos! (información suya).

Es abogado por la Valle del Bravo, de Reynosa.

Felipe de Jesús Chiw Vega, originario de Reynosa, es jerarca de la Conagua Cuenca Norte con sede en Ciudad Victoria. Oficialmente no depende del ‘súper delegado’ Gómez Leal, pero la versión es que él lo impuso.

De haber desaparecido su plaza, la Cuarta Transformación se estaría ahorrando 126 mil del águila cada mes.

El médico Felipe Garza Narváez es el delegado de Gobernación.

Los colaboradores de la propia 4T tampoco traen malos sueldos, como es el caso de Micaela Martínez Narváez, ‘Doña Mikita’ para los amigos. Se deja pagar 71 mil, que se suman a los 18 mil netos que le llegan de jubilación en el Ipsset, lo cual es legítimo.

Quedamos pendientes con otras dependencias, como Banobras, Sader, Pesca, Conafe, Diconsa, Liconsa, Capufe, IMSS, ISSSTE, Educación, Economía y otras que tienen jefes provisionales o delegados propios, percibiendo los ‘ahorritos’ de don ‘Peje’ Presidente.