El Patinadero

Por Juan Antonio Montoya Báez

 

Cuando Ramiro Salazar era diputado local representando a Matamoros, nos lo topamos en varias ocasiones en la carretera cuando viajaba a Ciudad Victoria a la sesión del Congreso local.

Le reconocemos que viajaba solo y su alma, ni siquiera con un chofer, inclusive lo llegamos a saludar en los baños de la ‘Y’ de San Fernando, que era una de las pocas paradas seguras en la carretera Victoria-Matamoros.

En alguna ocasión seguramente era demasiado su apuro que lo observamos a la orilla de la carretera, mientras inspeccionaba el color del pasto.

Ramiro, el cacique del PAN era un hombre que no debía nada, estaba tranquilo y manejaba sin temor alguno por la carretera.

Reconocemos, al menos, su valentía y serenidad para hacerlo en una de las vías que en su momento fue una de las carreteras más inseguras de la entidad y en donde algunos de sus compañeros legisladores fueron asaltados, como el fernandense Mario de la Garza, quien fue despojado de diez mil pesos.

Inclusive, también en aquellos azarosos tiempos nos tocó ver en la ‘Y’ de San Fernando al ex secretario general de Gobierno, Herminio Garza Palacios, viajando al llegar la noche y sin ningún aparato de seguridad.

Para algunos podrían ser políticos valientes o imprudentes, según sea el ojo que se aplique en cada caso particular.

Sin embargo, quien de plano es un personaje descarado, miedoso, prepotente o todo combinado, es el diputado local del PAN Francisco Javier Garza de Coss, quien envía mensajes equivocados a la ciudadanía.

Gaza de Coss realizó un viaje de la ciudad de Nuevo Laredo a Reynosa, pero lo hizo lleno de miedo. El legislador viajo por la frontera chica, pero no lo hizo como un hombre valiente, sino que pidió la custodia de dos patrullas de policías estatales, quienes lo escoltaron durante su trayecto a Reynosa.

El aparato de seguridad que se montó en la carretera era espectacular, dos patrullas con seis elementos cada una, todos los policías armados con metralletas y una torre para un arma de grueso calibre.

Parecía que protegían a un funcionario del área de seguridad pública estatal o federal, que por su trabajo delicado y enfrentamientos con la delincuencia organizada debería ser protegido.

Pero no era así, se trataba de un diputado local quien aprovechando sus influencias y de manera imprudente, prepotente y por demás abusiva pedía un operativo de seguridad para su traslado, en lugar de viajar por el lado americano como lo hace cualquiera cuando viaja de Nuevo Laredo a Reynosa.

Son tiempos de austeridad, el Gobierno estatal acaba de dar de baja los contratos de las camionetas blindadas, además de tomar otro tipo de medidas para ahorrar, y es justo ahora cuando Garza de Coss se comporta de manera abusiva al exigir la protección en sus traslados a Nuevo Laredo y viceversa.

Es un acto que indigna a cualquier ciudadano que nunca se atrevería a circular por la ribereña sin la protección que goza Garza de Coss, quien debe recordar que Ramiro Salazar era tan valiente que hasta se bajaba a revisar y regar los pastizales durante sus traslados.

El diputado federal Mario Ramos anunció que deja al MC y se une al PAN, va en busca de una candidatura representando al partido azul.

Se une a los aspirantes que buscan diversas posiciones como Pilar Gómez, Arturo Soto Alemán y Fernando Campos en Ciudad Victoria, donde arrancan con un hándicap difícil, pero fácil de remontar en cuanto quiten al estorbo.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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