Por Juan Antonio Montoya Báez

 

Arturo Díez Gutiérrez Navarro llegó a la cena de los empresarios más connotados de México al lado del poderoso presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean.

Hablamos con el ex presidente municipal de Victoria por algunos minutos, la recepción telefónica era realmente mala, pero aún así pudimos conversar con el priista que aspiró alguna vez en convertirse en el sucesor de Eugenio Hernández Flores.

Arturo acudió a Palacio Nacional atendiendo el llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador, a un Presidente nunca se le desaíra. Manda hasta el final y una orden se obedece.

El victorense está contento y pleno con su trabajo como empresario, pronto podrían fundar una compañía que haga la competencia a Viva Aerobús, pero con precios más competitivos.

Claro, aunque no lo quiera Arturo también podría regresar a las contiendas políticas. Aunque no lo quiera, al líder moral de Morena tampoco se le dice no.

En el PRI fue un alcalde incomprendido y en esa función de box por un campeonato mundial sufrió un abucheo orquestado por sus malquerientes por cerrarle el paso por la gubernatura.

En la política no hay hombres buenos, ni santos, cualquier diputado, alcalde o gobernador tuvo que hacer, deshacer y dejar de hacer para llegar. Las circunstancias suelen se extremas, pero nadie se queja, comen sapos sí es preciso. Un ex diputado local fue quien orquestó la caída boxística en medio del Palenque en el Recinto Ferial.

Es claro que nadie le dice no a un gobernador y menos a un presidente. Menos en su primer año de mandato, justo cuando se encuentra en la cúspide del poder.

“Son los tiempos de apoyar al presidente Andrés Manuel López Obrador. México pasa por condiciones muy difíciles y tenemos que apoyarlo con todo”.

Arturo Díez Gutiérrez conversó con el presidente AMLO y asegura que le fue demasiado bien, comprometiendo el apoyo de su empresa para el desarrollo nacional.

“Son tiempos de que todos los empresarios nos unamos con el Presidente. Sabe que tiene todo nuestro apoyo”.

Sobre el monto de su donativo, no lo quiso manifestar, pero considerando que el monto mínimo era de 20 millones de pesos, por ahí debe haber rondado su aportación.

En aquella función boxística, donde Edgar Sosa retuvo un campeonato mundial, también noquearon las aspiraciones de Arturo Díez Gutiérrez, quien cayó en la celada de sus malquerientes y contrincantes políticos. El legendario y recordado victorense José Sulaimán Chagnón subió a parar la rechifla:

“Calma amigos que esta función que todos disfrutamos es gracias a Arturo, quien debo decirles es un buen muchacho y un gran hombre que cuenta con nuestro apoyo”.

Arturo está de regreso en los grandes escenarios del país, al lado de empresarios. No le interesa la política, pero quién sabe si Morena anda en busca de un candidato de peso para Tamaulipas y Victoria.

El PAN ya empezó a dar color con la llegada del diputado federal Mario Ramos, quien ya cambió hasta de actitud al dejar de ser un fuerte crítico de la actual administración municipal y verlo todo de color de rosa.

Sin embargo, en el PAN se necesita una figura de mayor peso y que se identifique verdaderamente con los panistas que no están satisfechos con los experimentos y la llegada de los externos que quitan los espacios, entregando malos resultados. La alcaldía es la empresa más difícil.

Hasta el momento lleva mano la diputada local Pilar Gómez.

Los tiempos hablarán.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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