Por Sánchez Mendoza

La oferta principal de Edgardo Melhem Salinas como presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) priista, es realizar una labor de campo en los ejidos de los 43 municipios tamaulipecos –a fin de refrendar la confianza entre los militantes leales al partido–, porque sólo así, ha reconocido, podría renacer la institución para enfrentar los retos electorales que vienen.

Incluso les abre las puertas de la institución a quienes la abandonaron.

¡Todo un galimatías!

Y más cuando hay jefes de las tribus regionales que aún no responden a su llamado, pese a, todavía, formar parte de lo que resta de la vieja ‘clase política’.

¿Acaso por la confección de la nueva estructura dirigente?

Lo comento porque no hay una sola posición para los neolaredenses y matamorenses; tampoco para el grupo de Óscar Luebbert Gutiérrez y sí en contraparte se privilegia a Amira Griselda Gómez Tueme (caso Reynosa), dejándose igual fuera de la jugada a la fuerza altamirense.

¿Acaso no se les tomó en cuenta en la negociación?

Lo más seguro es que no, pues sé de buena fuente que algunas de las carteras le fueron impuestas en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) –léase Alejandro Moreno Cárdenas ‘Alito’–, aunque el ríobravense, por disciplina y discreción, niegue el hecho.

Un claro ejemplo, es la imposición de Mayra Ojeda Chávez (secretaria general del CDE) por parte de Montserrat Arcos Velázquez, la dirigente del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (Onmpri), pese a haber perdido la diputación local por el vigésimo distrito electoral en este 2019.

De nada valió la propuesta del ex gobernador Egidio Torre Cantú para que la posición le fuera entregada a Mónica González García. Ni el intento, del propio Melhem, para llevar, como compañera de fórmula, a la dinámica Alejandra Cárdenas Castillejos; y tampoco el quehacer realizado por Ofelia Garza Pineda, quien levantó la mano para jugar por la secretaría general (aunque se le reconoció su labor con la Secretaría de Vinculación con la Sociedad Civil).

A través de comunicado de prensa, se informó que a la Secretaría de Organización llega Carlos Ernesto Solís Gómez (ex diputado local e hijo de Amira); y la de Operación Política, el ex alcalde de Ocampo (que perdió en su intención reeleccionista), Pedro Javier Muñiz Camacho.

Esto significa que sólo cuatro posiciones le fueron conferidas a Edgar, para distribuirlas entre su propia gente de grupo.

Son:

1) La Secretaría de Administración y Finanzas, ya a cargo de María de Lourdes Flores Montemayor;

2) La Secretaría de Gestión Social, con Georgina Barrios González, al frente;

3) La Secretaría Técnica del CDE, con Juan Machuca Valenzuela; y

4) La Subsecretaría de Gestión Social, donde ya despacha Enrique Díez Piñeyro Vargas.

Claro, aparte de la secretaría particular (Omar Martínez Marín).

En fin, este rompecabezas poco a poco irá armándose.

Y no descarte sorpresas.