Por Juan Sánchez-Mendoza
El pico de la epidemia del coronavirus, según pronósticos del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, sería alcanzado entre el miércoles y viernes próximos. Al menos en las ciudades que presentan el mayor número de contagios.
De cumplirse la estimación empezaría a descender la curva. Pero sólo en caso de que la población atienda las medidas de aislamiento, ya que de lo contrario se presentaría un aumento considerable de infectados. Ojo.
Hasta la fecha, las entidades con más casos del Covid-19 son: Ciudad de México, Estado de México, Baja California, Tabasco, Sinaloa, Quintana Roo, Puebla, Veracruz, Yucatán y Guerrero. En éste orden.
Pero no involucran a todas sus alcaldías o municipios; solamente a las localidades más pobladas, de acuerdo a las estadísticas presentadas por la Dirección General de Epidemiología, de la Secretaría de Salud (federal).
En el resto de las entidades (22) la curva podría seguir hacia arriba, ya que “todos (¿?) los municipios registran casos; y están en diferentes etapas de la pandemia”, reconoce el mismo López-Gatell.
Por tanto no hay que anticipar victorias y menos cuando está visto que de un día a otro las autoridades sanitarias cambian sus apreciaciones. Más obligadas por los acontecimientos que por voluntad propia, pues ‘queriendo tapar el sol con un dedo’ es como han pretendido disfrazar la gravedad (del asunto).
Así que lo mejor sería abrevar en la ‘desconfianza’ de Santo Tomás de Aquino: ‘Ver para creer’.
Sobre todo porque los hospitales de esa decena de entidades ya están hasta el tope de pacientes graves. Y fuera de ellos, en sus hogares, existen cientos o miles de infectados obligados a guardar la cuarentena por todavía no presentar cuadros que ameriten su entubamiento; o, lo peor, por falta de espacios en los nosocomios aun cuando se les haya hecho la prueba y han dado positivo.
Como usted sabe asoma cualquier cantidad de denuncias de médicos, enfermeras, paramédicos y personal administrativo en los nosocomios, por la carencia de pruebas, equipo, camas y medidas preventivas ocasionando la infección y muerte del personal facultativo.
Hasta el pasado 24 de abril, la Secretaría de Salud dio a conocer que 1,934 profesionales de la salud tienen coronavirus; 47% son médicos, 35% enfermeros o enfermeras y 15% se clasificó como otros profesionales de la salud, 2% es laboratorista y 1% dentista.
De ellos, al menos un centenar ha ofrendando su vida para rescatar la de sus semejantes.
Pero aún así, en la calle y entre vecinos se les agrede infamemente. Y se les hace perro del mal, cuando debemos agradecerles que expongan su integridad.
En fin, lo cierto es que la semana entrante será crucial.
Y ojalá lo entienda toda la población atendiendo las medidas que allá, en otros países, sí han dado resultados.