Los Urracos
Por Jaime Luis Soto
Lo que, según reportes noticiosos, está pasando en el Río Suchiate, en los límites entre México y Guatemala, debe preocuparnos bastante a los tamaulipecos, pues se trata de migrantes quienes masivamente están ingresando a nuestro país y muchos de ellos buscarán llegar hasta la frontera de Tamaulipas con Estados Unidos para intentar pasar y buscar el llamado sueño americano.
Lo peor es que, según denuncias como las del diputado federal Porfirio Muñoz Ledo, a esos migrantes se les está tratando de manera muy violenta agrediendo a mujeres y niños y violando sus más elementales derechos humanos.
Sin rodeos, en sus redes sociales Muñoz Ledo ha publicado videos de la fuerza represora que se ejerce en contra de esos migrantes y cuando quiso exhibir dichas pruebas en la Cámara de Diputados –durante la comparecencia de la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra–, le negaron el uso de la palabra sus propios compañeros de bancada y de partido –léase MORENA–. Le cortaron, de tajo, su derecho a la libertad de expresión.
No dude Usted que Muñoz Ledo decida renunciar a su militancia en MORENA, pues ha dado a entender que se siente desilusionado con quienes a través de ese partido accedieron a puestos claves de elección popular. Salieron peores que priistas y panistas.
Aquí, en Tamaulipas, alcaldes como el de Matamoros, Mario Alberto López Hernández, y el de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar, ya han denunciado con toda oportunidad los inconvenientes y los apuros presupuestales que provoca a sus municipios la llegada masiva de esos migrantes, ante la nula respuesta que la Cuarta Transformación ha dado para resolver este gravísimo problema.
El meollo del asunto aquí es que muchos de esos migrantes al no lograr cruzar a los Estados Unidos deciden quedarse en territorio tamaulipeco, incluso con sus seres queridos, lo que por lógica son familias que requerirán de servicios de salud, educación, alimentación y trabajo.
Son seres humanos en situación de desventaja a los que por supuesto se les tiene que ayudar y los alcaldes fronterizos, así como el propio Gobierno del estado y el DIF estatal, les han tendido generosa y noblemente la mano, ayudándolos con insumos para que su estancia no sea tan difícil.
Pero remember que el muy odiado de Donald Trump insiste en sellar y recontra sellar la frontera de Estados Unidos con México, así como no oculta su desprecio hacia quienes intentan ingresar a ‘gringolandia’ en busca de mejores oportunidades laborales.
La situación empeora luego de que migrantes que han logrado ingresar a los Estados Unidos, pero que después han sido deportados y dejados en territorio mexicano, advierten que por ningún motivo desean regresar a sus países de origen en Centroamérica donde, afirman, viven en condiciones infrahumanas. Cruda realidad.
Aquí surge el gran dilema: El Gobierno de la Cuarta Transformación debe de atender y resolver de manera urgente está situación, pues son migrantes que no quieren regresar a sus países de origen pero tampoco pueden pasar a los Estados Unidos. No pueden dejarles tamaño paquetote a las alcaldías tamaulipecas, donde están varados.
Recordemos cómo Enrique Rivas Cuéllar, alcalde de Nuevo Laredo, ha dicho en reiteradas ocasiones que su gobierno ayuda de manera humanitaria a esos migrantes, pero que el Gobierno Federal no quiere hacer la parte que le corresponde.
A finales del año pasado, el alcalde de Matamoros, Mario Alberto López Hernández, tuvo éxito cuando logró desactivar una auténtica ‘bomba de tiempo’, luego de que un grupo de migrantes bloquearon el Puente Nuevo Internacional ‘Puerta México’.
López Hernández consiguió dialogar y convencer a esos migrantes para que desbloquearan dicho puente; y les ofreció ayuda informándoles que el Centro de Convenciones ‘Mundo Nuevo’ sería habilitado como albergue temporal.
Personal del DIF estatal también acudieron de inmediato en auxilio de esas desesperadas personas dándoles comida, agua embotellada, artículos para limpieza personal y atención médica a quien lo requiriera.
Así, lo que está ocurriendo en el Río Suchiate (que significa agua de flores) debe ser tema de interés y de preocupación para los tamaulipecos.
Y el Gobierno Federal debe ya de dejar de estar haciéndole al Tío Lolo, detener la presunta represión, ponerse las pilas y atender este gravísimo problema que nos afecta a todos por igual.
Las denuncias de Porfirio Muñoz Ledo deben ser tomadas en cuenta.
No debe haber represión contra esos migrantes y tampoco se debe dejar que este problema crezca y nos afecte a todos, porque entonces tendremos fronteras de caos.
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