POR: ALEJANDRO GOVEA TORRES

Ya se volvió costumbre que los colaboradores del presidente Andrés Manuel López Obrador mientan en forma descarada, puesto que no les importa dar cifras alegres, pero alejadas de la realidad sólo por el sólo hecho de agradar a su Jefe, como se puede constatar cuando dicen que clínicas y hospitales están preparados para enfrentar la crisis por el coronavirus, incluso afirman sin ruborizarse que ya se surtieron insumos y equipos médicos para atender a los pacientes contagiados.

Y siguiendo el ejemplo de su Jefe, quien siempre la echa la culpa a otros o dice tener otros datos, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, declaró que la falta de insumos médicos en las clínicas y hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es por el mal uso y el robo hormiga que hacen médicos y enfermeras, entre otros trabajadores.

Reconoce que la falta de insumos de protección se debe a que se tardaron mucho tiempo en comprar estos materiales en el extranjero, a lo que él llama desfase del mercado global, pero lo cierto es que la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dejó pasar mucho tiempo y actúo cuando el número de contagios comenzaba a crecer en forma exponencial en el país.

A propósito, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que encabeza el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, reveló que el 9.4% de los pacientes contagiados por el coronavirus fallece en México, mientras que en otros países la cifra de decesos se da entre 5.6% y 5.5%, incluso afirmó que el virus es más letal aquí que en los Estados Unidos y China.

En otro reporte de la pandemia, se puede apreciar que México ocupa el penúltimo lugar en el récord de exámenes realizados para detectar a tiempo el coronavirus a nivel mundial, sólo está adelante de India.

Acerca de este hecho, el presidente López Obrador trató de tergiversarlo al señalar que México y la India eran los países con menos infectados por el coronavirus, durante el Primer Informe Trimestral de 2020 que se llevó a cabo en el patio central de Palacio Nacional el pasado domingo 5 de abril.

Varios legisladores de la oposición denunciaron que era una vil y absoluta mentira porque no se podría tener un dato real acerca del número de contagiados por carecer de pruebas en el país, en contraste a lo que sucedió en Corea del Sur y Alemania, en donde a todos los ciudadanos se les practicaron exámenes para tener un mejor diagnóstico y detectar a tiempo quienes estaban contagiados, incluso a los pacientes asintomáticos.

Mientras que en Corea del Sur y Alemania se pudo reducir el número de muertos y bajar la curva de contagios, en México el 9.4% de pacientes mueren y lo más grave es que puede crecer el porcentaje de decesos luego de que la llamada “cresta de la pandemia” se espera en la primera semana de mayo.

Otro hecho patético lo acaba de protagonizar la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla Roces, quien en la conferencia matutina del jueves pasado en Palacio Nacional se dedicó a echarle la culpa al pasado y hasta con el propósito de desviar la atención aseguró que “ciencia neoliberal” propició el atraso en la investigación científica y la innovación tecnológica que hay en el país.

Álvarez-Buylla Roces nunca mencionó que en la administración de López Obrador se redujo el presupuesto para la Ciencia y la Tecnología en casi 4 mil millones de pesos, cuyo recorte es el mayor en una década, según el expresidente Felipe Calderón Hinojosa.

No es la primera vez en que titular de la Conacyt está en medio del escándalo político, puesto que mientras reduce las becas de los investigadores y cancela diversos proyectos de desarrollo tecnológico con el cuento de que no hay presupuesto, se filtra información de gastos suntuosos que van en contra de la “austeridad republicana” de López Obrador.

El año pasado, una investigación periodística reveló que Álvarez-Buylla Roces autorizó el gasto de 15 millones de pesos para que la empresa Pigudi Gastronómico se encargará de realizar menús gourmet para sus ejecutivos con el pretexto de que es una “conquista laboral” que ningún otro empleado de la administración federal tiene.

Ahora la titular del Conacyt autorizó el gasto de 2 millones 142 mil 502 pesos para un seguro de gastos médicos mayores en beneficio de 26 funcionarios de mandos medios con sus respectivas cónyuges e hijos, a pesar de que esta prerrogativa fue cancelada desde antes que López Obrador tomara posesión como presidente de la república.

Y el colmo de la desfachatez lo protagonizó la titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle García, quien no sólo le mintió a López Obrador, sino también a la sociedad mexicana cuando en la conferencia de prensa matutina del pasado 15 de abril en Palacio Nacional aseguró que el Príncipe de Arabia Saudita, Abdulaziz al Saud, había felicitado a la delegación mexicana que asistió a la reciente reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por lograr la negociación de reducir sólo 100 mil barriles del hidrocarburo, cuyo embuste ha sido ampliamente difundido en redes sociales.

Correo electrónico: jagovea_53@yahoo.com