El gobierno federal realizó las primeras siete asambleas regionales informativas del Proyecto de Desarrollo Tren Maya, en las que participaron más de dos mil autoridades y representantes de los pueblos maya, ch’ol y tseltal, de los cinco estados del sureste que abarca dicho proyecto.

En un comunicado, recordó que el proyecto busca el desarrollo de México y la Península de Yucatán a partir de los ejes: Ordenamiento territorial, preservación del medio ambiente, desarrollo económico inclusivo, bienestar social y la protección del patrimonio tangible, intangible e identidad histórica de los pueblos de la región.

Las asambleas se realizaron en Dzitás, Chichimilá, Tunkás, Tixpéhual, Maxcanú, en Yucatán; Tenabo, Campeche, y Palenque, Chiapas, en las que participaron el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), como instancia responsable; la Secretaría de Gobernación (Segob), como órgano garante, y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) como órgano técnico.

Asistieron también representantes de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); Agricultura y Desarrollo Rural (Sader); Cultura; Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu); Educación Pública (SEP); Bienestar; Energía (Sener); Economía (SE); Salud (SS); y Turismo (Sectur), entre otras dependencias.

El gobierno federal expuso que busca llegar a los mejores acuerdos y esquemas colaborativos en un marco de corresponsabilidad, inclusión y compromiso; al concluir las asambleas, se declarará abierta la fase deliberativa, en la que los representantes de las comunidades reflexionarán en sus espacios sobre el proyecto.

En la etapa deliberativa, los pueblos indígenas ejercerán su derecho colectivo a la libre determinación, al ser ellos quienes decidirán la manera de implementar su desarrollo bajo sus propias formas de organización.

Con el proceso de consulta con los pueblos y comunidades indígenas se incorporará su visión y especificidad cultural, lo que permitirá diseñar los mecanismos para la participación económica, social y cultural en la distribución justa y equitativa de los beneficios de este proyecto.

Para este sábado 30 de noviembre se realizarán ocho asambleas regionales más, de las 30 programadas, todas de forma previa al desarrollo de la planeación y de los trabajos definitivos del Tren Maya.

A la primera etapa fueron invitados como observadores la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), y el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat).

Además de las explicaciones y exposiciones, se proporcionaron materiales informativos sobre el proyecto traducidos a lengua maya, ch’ol y tzeltal, de acuerdo con el protocolo de la consulta.