El Patinadero
Juan Antonio Montoya Báez
La corrupción y ambición van de la mano en la operatividad de las delegaciones federales, no hay manera de frenar la voracidad en los tiempos de la mal llamada austeridad republicana.
Los negocios florecen en todas las dependencias, mientras denuncias y protestas de los trabajadores crecen por doquier, como en el caso del IMSS, que es una de las fuentes principales de ingresos del súper delegado JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL.
Sin embargo, JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL convirtió el tema ambiental en una de sus entradas favorita, acomodando a un incondicional que realiza la colecta mensual que llega a los bolsillos del asesor que controla todas las dependencias relacionados con el tema ecológico.
El delegado de Programas Federales para el Desarrollo de Tamaulipas. JR GÓMEZ LEAL, está muy lejos de hacer lo que pregona, ni es austero, ni es honesto, por lo que es uno de los funcionarios federales que forma paquete de las investigaciones que desarrolla la Auditoria Superior de la Federación.
En el papel se suponía que JR llegaba para meter control en las dependencias, frenar abusos y corrupción, pero nada de eso ocurrió y por el contrario se dispararon extorsiones en todas las instituciones.
Los empresarios y propietarios de maquiladoras al hacer un balance de las cuotas que entregan al cartel de la 4T señalan que son muy superiores a las exigencias económicas que recibían por parte de los ex funcionarios del gobierno tricolor.
Apuntan sin embargo que extrañamente los colaboradores que fueron ratificados en la actual administración federal eran los responsables del cobro de moches.
Quizá por eso es justo recordar una frase de un compadre que decía que a los santos los santifican y a las ratas los ratifican.
Ayer sobre la calle 17, en pleno centro del poder en ciudad Victoria, estaba una camioneta con un valor superior al millón de pesos.
Es una Nissan Armada Exclusive 4WD que tiene un precio de lista de un millón 128 mil 200 pesos en su modelo 2019.
La camioneta con placas WZU 465A trae en sus costados el logotipo del gobierno de México, con los rostros de los héroes que nos dieron patria y libertad, pero que hoy malamente son utilizados en la era de la 4 deformación.
Es un gobierno que habla de austeridad, pero esa camioneta está muy lejos de serlo, por el contrario es una unidad digna de un magnate. Uno esperaría ver a sus representantes utilizando un auto mediano como un ejercicio de contrición moral.
La austeridad es un mito del gobierno de la República, sólo hay ajustes que afectan servicios médicos, obras públicas, pero no el bolsillo de sus funcionarios que ahora exprimen las chequeras de los empresarios tamaulipecos que están a punto de explotar por los abusos federales.
La primera denuncia ante las autoridades federales ya se encuentra en proceso y el ex funcionario del IMSS tiene mucho que decir.
La Nissan Armada solo es una muestra de lo que se puede comprar con la austeridad republicana, que es un absurdo y una mentira que afecta la salud mental y presupuestal de millones de mexicanos.
La muralla entre pobres y ricos crece cada día más, si alguien pensó que se frenaría con los programas sociales sucede todo lo contrario, pues los apoyos mensuales no incentivan la creación de empleos, la inversión, ni promueven un verdadero federalismo. El desempleo y los bajos ingresos son el pan diario de la nueva realidad del país.
Las tomadas de pelo están dejando calva la imaginación, mientras el tren viaja al sur.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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