El Patinadero

Por Juan Antonio Montoya Báez

 

La ingratitud es uno de los defectos que siempre están más a la vista en cualquier ser humano. Y otra vez nos tropezamos con ese antiguo y poco venerado defecto de la humanidad.

Entre las rancias familias de Ciudad Victoria, corren historias de deslealtades que surgieron en los meses más recientes.

Una de ellas, por ejemplo, es la de un constructor de medio pelo que en el pasado gozó de buenos contratos en los sexenios de Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú.

Su pequeño reinado lo prosiguió en el gobierno de Óscar Almaraz Smer, donde colocó a su esposa como una dama de compañía de las damas voluntarias del DIF Victoria.

La dama cobraba alrededor de 25 mil pesos mensuales, por prácticamente no hacer nada. Solamente era compañía de un exclusivo grupo de señoras, pero realmente nunca se reflejó su esfuerzo en algún proyecto.

Claro, mientras ella era dama de compañía, su marido trabajaba en algunas pequeñas obras que le daban en el trienio de Óscar Almaraz Smer, quien en verdad se portó muy bien con esta familia, que nunca cayó en desgracia, como muchos victorenses, con el cambio de gobierno en esta capital.

Y no sufren, porque el constructor ya goza de algunos privilegios y negocios en la administración estatal y en algunos municipios.

A cambio de esa reinserción en el dinero público, ahora el constructor con una cerveza en el estómago se deja llevar por su amargura y empieza hablar de una manera poco ética de quien fue su jefe: Óscar Almaraz.

Otro claro ejemplo, es el constante reenvío por las redes sociales de una residencia que ofertan en la paradisiaca ciudad de Cancún, en un exclusivo fraccionamiento y que ofertan en la módica cantidad de 160 millones de pesos.

Este WhatsApp es reenviado por ex funcionarios de Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú, donde según ellos revelan que la casa es propiedad de la ex presidenta del DIF Tamaulipas, Adriana González de Hernández.

La casa de 160 millones de pesos tiene toda clase de lujos y aditamentos de seguridad, que van desde ventanas a prueba de huracanes, un gimnasio, una recamara inmensa con una cama de varios metros de ancho, dos cuartos de visita, dos estancias, dos vestidores en el cuarto principal para cada uno de los habitantes de la mansión, y una cocina con equipo anti humo.

Tiene hasta un cuarto secreto, con ventilación, equipado con agua y alimentos donde se pueden refugiar por varios días. Además de dos albercas climatizadas y un estacionamiento para un yate de 58 pies.

La realidad es que la casa no es de Eugenio, ni de Adriana, es propiedad de unos poderosos empresarios del sur del país, quienes colocaron en venta esta residencia para adquirir una nueva propiedad, pues se enteraron del costo y tamaño de la residencia de otro ex gobernador, en San Pedro Garza García.

Sin embargo, no es la única historia de ingratitud y traición que existe lo que se cuenta en el bar del Club Campestre. Ya nada sorprende, la deshumanización siempre acompaña a los políticos.

En Madero, el Ayuntamiento se dejó llevar por las flechas de cupido y empezó a organizar la ‘Expo San Valentín’, en donde se pondrán a la venta productos alusivos al 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad.

La regidora presidenta de la Comisión de Comercio, María Guadalupe Ibáñez Piña dijo que el evento se efectuará los días 12, 13 y 14 de febrero en la techumbre de la plaza ‘Isauro Alfaro Otero’, con la intención de brindar a los productores locales un espacio para exponer sus artículos.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

Contacto: patinadero@hotmail.com