Enlace Político” 10 Marzo 2020
Por: Alejandro Govea Torres
La administración de Andrés Manuel López Obrador está mal y de malas, ya que no sólo la economía tuvo una contracción de 0.14 % del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2019, sino también ahora el dólar se disparó a más de 21.50 pesos por el derrumbe de los precios internacionales del petróleo registrado el pasado fin de semana.
Ayer en la conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador se mostró confiado en que la economía mexicana salga adelante a pesar de la caída de las bolsas y de los precios del petróleo, pero desafortunadamente se conoció también la reunión que sostuvieron el pasado viernes diplomáticos de Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, España y los Países Bajos en la embajada de los Estados Unidos en México.
Aunque no hay ningún comunicado oficial de está reunión inusual entre diplomáticos en nuestro país, se logró saber que el “conclave” se debió a la preocupación que hay por las políticas de López Obrador en materia enérgica, luego de que canceló las llamadas rondas petroleras para concretar las inversiones extranjeras en la industria del hidrocarburo en el país.
Si bien es cierto que desde el año pasado se reflejó está preocupación por el cambio de políticas en el rubro energético, como se puede constatar en la reducción de la inversión extranjera, que propició en parte la desaceleración de la economía mexicana y la recesión que se registró en el 2019.
A propósito, el empresario Moisés Kalach Balas renunció a la dirección general del “Cuarto de Junto” precisamente por la política de López Obrador de imponer sus criterios en lugar de tomar en cuenta las sugerencias de expertos en comercio exterior de las distintas ramas productivas de nuestro país.
Kalach Balas recomendó al político tabasqueño que rectifique su postura y aproveche las recomendaciones emitidas por los expertos del “Cuatro de Junto”, sobre todo después de que este organismo empresarial participó en forma activa en el cabildeo y la implementación de propuestas sólidas y bien fundamentadas para lograr la aprobación del nuevo Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y el Canadá (TMEC).
De regreso con la reunión inusual de diplomáticos en la embajada de Estados Unidos en México, no hay duda que la administración de López Obrador pretende acabar con la apertura comercial que impulso el presidente Enrique Peña Nieto para atraer la inversión extranjera en materia energética porque, según el tabasqueño, son contratos leoninos que perjudican las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El rescate de Pemex que inició hace un año no ha dado los resultados esperados porque no logró alcanzar las metas de producción del hidrocarburo, lo que propició pérdidas por 346 mil 135 millones de pesos en el 2019.
Incluso las pérdidas económicas crecieron cerca del 90% en el 2019, ya que en el 2018 ascendieron a 180 mil 419 millones de pesos, según un reporte de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
El año pasado, López Obrador amenazó con cancelar los contratos por 12 mil millones de dólares firmados durante la administración de Peña Nieto, incluso el director general de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, encabezó las renegociaciones de varios contratos con empresas extranjeras para la construcción de ductos y suministrar gas natural en forma oportuna y más barato.
Entre las renegociaciones que más llamó la atención fue la que se realizó en febrero del año pasado con las empresas Carso, IEnova y TransCanada, quienes son propietarias de 7 gasoductos que se encontraban detenidos y recibían subsidios de la CFE por cerca de 21 mil millones de dólares.
En fin, la administración de López Obrador esta mal y de malas porque carece de recursos económicos para impulsar la modernización de Pemex, más ahora que los precios internacionales del hidrocarburo se derrumbaron por el pleito que sostiene Rusia y Arabia Saudita, además la CFE no ha logrado rebajar las tarifas eléctricas que ofrecieron para impulsar el desarrollo del país.
En temas más amables, la propuesta de “Un día sin mujeres” fue todo un éxito porque miles y miles de mujeres se sintieron ayer fortalecidas luego de que se resintió su ausencia en todo el país.
Oficinas, centros comerciales, escuelas, calles y avenidas, entre otros lugares, estuvieron ayer semivacíos, puesto que las mujeres no salieron de sus casas en protesta por la creciente violencia en el país, el número de homicidios en contra de ellas y la carencia de resultados en las investigaciones en los casos de feminicidios.
Lógicamente que muchas mujeres salieron a trabajar, como es el caso de prestadoras de servicios en restaurantes, quienes portaron distintivos para exigir se frene la violencia y lograr la equidad de género en el país.
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