Por Sánchez Mendoza

 

En la investigación sobre el presunto desvío de 250 millones de pesos para financiar en 2016 las campañas de candidatos priistas en Chihuahua, salen a relucir otras presunciones de peculado que involucran no solamente al ex gobernador de esa entidad, César Horacio Duarte Jaques (aún prófugo); al entonces presidente partidista, Manlio Fabio Beltrones Rivera; y al ex titular de la SHyCP, Luis Videgaray Caso; sino también a los ex mandatarios que, con recursos públicos federales cubrieron, a favor en contra del tricolor, los gastos del proceso.

Egidio Torre Cantú (Tamaulipas), entre ellos.

Sin embargo será la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales la que al final de cuentas determine si procede, o no, la sanción penal (desde luego) en contra de quienes desviaron y utilizaron malamente parte del erario.

Esto se desprende tras la nueva solicitud de amparo promovida ante el Poder Judicial por Manlio Fabio, quien fuera señalado por (su ex secretario adjunto) Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, de haber gastado millones de pesos provistos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en 2016, para las campañas en Chihuahua.

Pero, según sé, lo mismo hizo con la complacencia de Videgaray Caso en las otras entidades donde ése año hubo elecciones.

Obviamente el ex mandatario de Sonora niega el hecho.

Sin embargo Andrés Manuel López Obrador no lo absuelve ni condena en su actuar más reciente.

Ha dicho, tan solo:

Beltrones recurrió al amparo por la investigación sobre Chihuahua, me informó la Consejería Jurídica de la Presidencia… ya lo había hecho anteriormente y volvió a recurrir a este mecanismo a que tienen derecho todas las personas…”

El aludido, por su parte, asegura en su cuenta twitter:

Leo, en reforma.com, una nota sobre un viejo amparo tramitado para obtener información ante tantas declaraciones sin sentido que en su momento hicieron autoridades de Chihuahua.

“Vamos, un derecho ciudadano para evitar una arbitrariedad.

“Como bien señala la nota: se sobreseyó. O sea negaron estarlo haciendo. Fin.

En mi larga vida pública, en el gobierno o en la oposición, seguramente he sido objeto de investigaciones varias que incluyeron unas sobre canalladas escritas contra mi persona. Seguramente, habrá otras más que, como siempre, habré de responder”.

 

Los antecedentes

En el último año de Gobierno de César Horacio Duarte Jaques (Chihuahua) y ante la sospecha de que el panista Javier Corral Jurado, desde antes de abrirse oficialmente la contienda superaba en mucho a los aspirantes priistas, Manlio Fabio envió remesas al partido en el estado (hasta sumar 250 millones de pesos), por su relación con el entonces mandatario, quien ya era acusado de corrupción, peculado y otros ilícitos.

Obviamente la antipatía popular hacia su régimen le fue adversa en la elección. Más cuando dispuso que parte del salario de 700 empleados de destinarían a financiar al PRI, alcanzando esas ‘contribuciones’ más/menos 80 millones de pesos.

Pero tal monto (sumado a los 250 millones enviados por Videgaray) no le resultó suficiente para comprar conciencias, ya que el ánimo popular fue de total rechazo, ante la deuda pública que para entonces acariciaba los 55 mil millones de pesos, sin haber obra y sí el enriquecimiento ilícito de la familia en el poder.

Al tomar posesión del cargo (octubre 4 de 2016), Javier Corral anunció que perseguiría a Duarte Jaques como a sus protectores.

El 6 de noviembre, la secretaria de la Función Pública de Chihuahua, Rocío Stefany Olmos Loya, dio a conocer la abusiva retención.

Y en diciembre 5 del 2016, presentó ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales una denuncia por ese desvío.

Actualmente, César Horacio enfrenta 21 órdenes de aprehensión. Una federal y 20 locales.

Antes, el 12 de septiembre de 2017, Corral anunció que la Fiscalía General del Estado de Chihuahua entregó de manera formal a la entonces Procuraduría General de la República (PGR) –hoy Fiscalía General de la República (FGR)–, 70 tomos y 50 discos compactos que contienen las pruebas con las que diversos jueces habían girado diez órdenes de aprehensión en contra de Duarte por delitos del fuero común; y solicitó que el Gobierno Federal pidiera su extradición al gobierno de Estados Unidos.

Al día siguiente, 13 de septiembre, el entonces titular de esa Fiscalía, Santiago Nieto Castillo, hubo realizado la solicitud de detención con fines de extradición de César Duarte.

Pero hasta la fecha sigue prófugo.

 

Testigo de cargo

Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, quien por recomendación de César Horacio ocupara, en el ejercicio dirigente priista de Manlio Fabio una secretaría adjunta a la presidencia, fue detenido en abril del año que cursamos. Y ahí soltó la sopa acerca del desvío de recursos millonarios.

Él fue artífice de la maniobra, como de otras para llevar recursos a los gobernadores priistas donde habría elecciones en 2016, aún cuando en su contra Manlio Fabio tenía a Miguel Ángel Osorio Chong –entonces secretario de Gobernación–, jugándole las contras por el rejuego sucesorio presidencial.

El testigo de cargo que aparece contra Manlio Fabio, dice tener los pelos de la burra en sus manos.

Y tan bien lo sabe el sonorense que nuevamente solicitó un amparo en su intención de burlar nuevamente a la justicia.

 

Sospechas

La práctica política de Manlio Fabio Beltrones Rivera, en el ejercicio del poder y fuera de éste, siempre ha estado en entredicho, pues acuerda en lo oscurito con sus aliados y opositores para lo mismo incendiar situaciones que aparecer como un apagafuegos.

Es uno de los alumnos más destacados de Fernando Gutiérrez Barrios –‘La leyenda del poder’–, pero, a diferencia del veracruzano, ha cometido errores como bien podrían certificarlo su paisano Alfonso Durazo Montaño, el secretario de Seguridad Pública, y Manuel Espino Barrientos (ex panista, que en carne propia vivió los excesos del ex mandatario de Sonora).

Uno de los más discutidos fue haberse ‘llevado’ en un avión al asesino de Luis Donaldo Colosio Murrieta, de Tijuana hacia nadie sabe dónde (aún) y rehusar suplirlo como candidato presidencial, proponiendo a Ernesto Zedillo Ponce de León.

Otro, confiar en el hidalguense (Osorio) cuando éste había acordado la entrega de las gubernaturas, en colusión con Enrique Peña Nieto, para que dos años más tarde accediera el mentado ‘Peje’ a la Presidencia, puesto al fracaso propio de sucederlo.

En fin, hay escándalo para rato.