Cd. Victoria, Tam.- Jugando a las vencidas con su cúpula, la señora YEIDCKOL POLEVNSKY insiste, exhibe y hasta nos enseña con manzanitas la férrea voluntad de imponer su criterio (guste o no) por encima de cualquier acuerdo temporal.
No será la primera vez que los grupos de MORENA decidan algo y se tomen la foto feliz.
Aunque luego, la misma señora POLEVNSKY invente un añadido y cuelgue un adendo, con cambio de planes en fecha y método, siempre a su conveniencia.
Siendo tan claras las reglas, la renovación del comité nacional debiera efectuarse cabalmente este miércoles 20 de noviembre.
Digamos que era el mejor momento para mostrar músculo, entre otras cosas por ser la primera contienda interna desde que MORENA llegó al poder.
Y por músculo no solamente me refiero a la entronización de una dirigencia fuerte.
También al carácter transparente del proceso y la aceptación general de sus resultados.
Mire usted, la prospectiva puede variar en horas, de la información generada el fin de semana (16-17) y su reverso dado a conocer el día 18.
Lo mismo había ocurrido en días previos, cuando las fechas y prioridades variaban de un momento a otro y en función del interlocutor, entre sesionar el pasado domingo 17, hacerlo el 20, 21, 22, 30.
Pero ni en asuntos tan elementales logran ponerse de acuerdo.
Por citar un ejemplo, se dice que aquella foto donde todos aceptan el día 30 como la fecha definitiva, fue producto de un “manotazo” de AMLO.
El mero jefe les habría exigido resolver la bronca sucesoria sin más postergaciones.
También supimos que fingieron hacerle caso pero cada cual siguió adelante con su propia agenda.
Amén de que la dirigente no quita el dedo del renglón en su afán de ganar tiempo.
Si finalmente no pudo posponer dos años el proceso (como originalmente urdió), ahora lanza una variante de seis meses.
-“A mediados de 2020”, sugiere, explicando que hasta entonces tendrá el traído y llevado “padrón confiable de militantes”.
Aunque cabe la pregunta capciosa:
¿Y para qué quiere ella un padrón confiable si el método dispuesto por AMLO fue por muestreo?
Pues hombre, para cambiar nuevamente de planes y resolverlo por voto abierto, evitando así la encuesta donde aparentemente lleva las de perder frente a su principal adversaria BERTHA LUJÁN.
Y mire usted los dobleces macabros de la política.
Haciendo tantita memoria, resulta que la misma YEIDCKOL había aplaudido antes el sistema estadístico, cuando lo propuso LÓPEZ OBRADOR.
Ahora resulta que ya no le convence mucho.
Se propone seguir al frente de la estructura, meter mano a la red territorial y la lista de personas susceptibles de ejercer su voto.
Hasta entonces sacaría la convocatoria.
Otro misterio, ¿realmente le está jugando las contras a su Presidente?…
¿O hay un común acuerdo tras bambalinas, donde ella hace “como que se porta mal”, AMLO hace “como que la regaña” y al final ambos harán lo que les pegue la gana?
Y alguna similitud hay con el caso de JAIME BONILLA VALDEZ, el gobernador bajacaliforniano originalmente electo para dos años.
Aunque luego se agenció otros tres por una serie de consensos simulados, encuestas sobre pedido, referéndums chatarra y votaciones maiceadas en el legislativo estatal.
Conociendo la gravedad del asunto, ANDRÉS MANUEL escondió la mano y dijo desaprobar los planes de BONILLA VALDEZ.
A la postre, todo el aparato gubernamental (empezando por OLGA SÁNCHEZ CORDERO titular de SEGOB) convalidó su toma de posesión.
Disque no lo querían (¡ajá!) pero, a la hora del parto (como decía el viejo argot priísta) todos fueron a “cuerpearlo” por línea clara de Palacio Nacional.
Ahora ya con dinero en la bolsa (el erario estatal) BONILLA tendrá manera de adquirir los apoyos necesarios, cortejar a los inconformes, apapachar a partidos, grupos ciudadanos, centros patronales y sindicatos.
Legitimidad construida a cañonazos revolucionarios, con chequera abierta de por medio, que caray.
Bastante más digna fue la postura del diputado PORFIRIO MUÑOZ LEDO quien, como buen abogado, condenó las arbitrariedades del nuevo mandatario bajacaliforniano y propuso la desaparición de poderes en esa entidad.
Al final, el prevaricador se salió con la suya, violentó la constitución, AMLO fingió no estar de acuerdo, pero dejando hacer y también dejando pasar los días, sin mover un dedo para impedirlo.
Muy amigos, por cierto, BONILLA y POLEVNSKY, a ratos ambos dan la impresión de que tienen por encomienda hacer el trabajo sucio al presidente.
Los trastupijes donde LÓPEZ OBRADOR no quiere mancharse las manos, aunque lo haya dispuesto todo detrás de la cortina. Se enlodan por él, pensando que nadie los observa, pero el cochinero es inocultable.