Por Juan Sánchez-Mendoza

 

No hay hasta hoy tema más destacado que el coronavirus, por ser un caso que amerita toda atención, tras haber sido declarado como pandemia –por la Organización Mundial de la Salud (OMS)–, y aunque en México pararán las actividades escolares durante cerca de un mes –a partir de hoy–, poca disposición se percibe para atender la recomendación de no salir a la calle y permanecer en casa hasta el día 20 de abril.

Lo que ocurre es que el grueso de la población ante la ambigüedad de las autoridades sanitarias federales para informar al respecto, desestima el riesgo. E, irresponsablemente, piensa más en dónde pasar los días de la cuarentena, en lugar de tomar medidas preventivas para protegerse de un contagio.

Esto, pese a que la Secretaría de Educación Pública (SEP), una y otra vez, ha dicho que no se trata de vacaciones, sino de un período para aislar a los alumnos de posibles focos de contagio. Como son los lugares de más concentración poblacional. Por ejemplo, las playas y zonas recreativas.

Hace días en el paradisiaco Acapulco, se registró el primer caso de un turista infectado con el Codiv-19 (argentino de origen), y eso hace suponer que habría más gente contagiada con el coronavirus. Pero el brote del mal, dicen los expertos, se manifiesta hasta después de cinco días de contraído y por eso recomiendan un aislamiento de dos semanas, tras detectarse los primeros síntomas.

O sea, la etapa más crítica ocurriría a finales del mes.

Obviamente tomando en cuenta la aparición primaria de los casos que se han registrado en México (a la fecha suman 82 positivos y 171 sospechosos), entre pacientes que en días anteriores estuvieron en Europa y la Unión Americana, principalmente.

Uno de los casos positivos, por cierto, se confirmó en Tampico.

Y ante la amenaza de propagación en esta entidad, el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca determinó la suspensión de clases en todos los niveles.

La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) hizo lo propio; el DIF-Tamaulipas canceló los actos masivos; los parques recreativos no abrirán sus puertas; y hoy serán cerradas las playas Miramar (Madero) y Bagdad (Matamoros) –por acuerdo de los alcaldes Adrián Oseguera Kernion y Mario Alberto López Hernández, respectivamente–, para prevenir contagios, ya que ambas son frecuentemente visitadas por ciudadanos norteamericanos y de Nuevo León, donde, por cierto, se ha propagado el mal.

De ahí que le recomiende o echar en saco roto las medidas preventivas.

PD: En Ciudad Victoria la calamidad nos azota por la falta de agua y el hacinamiento de basura ¿Y qué hace el alcalde Xicoténcatl González Uresti?

Le juega al ‘Tío Lolo’.