Por Marco A. Vázquez
Dos casos confirmados de coronavirus pusieron al país de cabeza, en las farmacias ya no existen los cubre bocas, tampoco el gel antibacterial y en las redes circulan remedios caseros capaces de matar a ese y muchos otros virus de un golpe, como el diluir 16 mililitros de cloro en un litro de agua para hacer limpieza de todo lo posible (algún experto podrá confirmárselo).
Se respira miedo en el ambiente, los pelos se ponen de punta al mismo ritmo que circulan memes, cumbias y todo lo que tenga que ver con esta enfermedad que ha acabado con la vida de miles de chinos y ya se ha propagado en muchos países del mundo.
La realidad es que su peligrosidad es muy alta ya que tiene letalidad, es decir, puede matar aunque en un porcentaje muy bajo de los infectados.
Obviamente el estrés, el miedo al virus, se incrementa al palpar nuestro sistema de salud incapaz de frenar el ingreso del virus, además de conocer que uno tarda meses para conseguir citas con un especialista, sobre todo en el IMSS y el ISSSTE y, a eso, habrá que agregarle la escasez de medicamentos, muchas veces se piden hasta agujas para suturar a pacientes que van a entrar a quirófano, vaya, ni cómo exigirles cubrebocas o gel antibacterial si muchas de las ocasiones no tienen ni batas adecuadas para los pacientes.
Hay que agregarle que el miedo se incrementa porque en muchas ciudades escasea el agua potable, es común, sobre todo en Victoria, que se queden días con la llave seca.
Es verdad, se notan esfuerzos del IMSS y el ISSSTE, se hace trabajo, poco a poco cambian o se cree que pueden cambiar pero, créalo, en una emergencia como la que se aproxima no hay mucho tiempo para corregir, es más, hasta pudiera considerarse un lujo el estar esperando ciertas condiciones para adecuarlas, surtir sus farmacias, mejorar pues.
La cosa se pone más triste cuando se analiza el resto del Sistema de Salud, en realidad las fallas son casi generalizadas y se acusa de que casi nunca tienen dinero para cubrir sus necesidades y urgencias que les permitan brindar una mejor atención a todos sus derechohabientes.
En el 2009, en México se propagó un virus parecido, el A H1N1, mejor conocido como influenza porcina, como hoy provocó que se acabara el gel en las farmacias, los cubrebocas se traían de China, se prohibieron hasta las misas y eventos masivos, lo que paralizó la economía de muchas regiones, el resultado más de 72 mil infectados y más de 1 mil 300 muertos diagnosticados. Créalo, lo que se espera es poquito peor.
En aquellos años, como ahora, el Gobierno federal se vio lento para reaccionar, en poco tiempo nos dimos cuenta que el miedo se convertía en realidad y nadie consideró exageradas las medidas sanitarias que se tomaron. Hoy parece que el futuro pinta igual que cuando nos gobernaba Felipe Calderón, tarde o temprano tendremos que enfrentar ese coronavirus y quién sabe cómo vaya a irnos.
Sí, claro que es para tener miedo respecto al coronavirus porque no lo mataremos con una cumbia aunque esté bien fea, tampoco se va a ver frenado por los memes; al contrario, el problema se puede incrementar si seguimos con la indolencia de no hacer limpieza de manera adecuada y no obligar a los enfermos a cubrirse la boca para que protejan a los demás.
Lo primero expuesto, el lavarnos las manos correctamente, el no tocarnos la cara, menos la boca, nariz ni ojos nos protegería en más de un 95 por ciento; el usar gel antibacterial, el cubrebocas y tomar precauciones como el uso común de cloro en el hogar, de manera adecuada, también podría ayudarnos a evitar ésa y casi todas las enfermedades virales o bacterianas, vaya, lo que ahora se anuncia no debería ser medidas de emergencia sino lo común.
El caso es que ahora no hay gel en las farmacias y eso sólo refleja el tamaño del miedo, para su conocimiento, deje decirle que el estrés y este sentimiento sólo provocan que bajen sus defensas así que relájese, y tome medidas, el problema puede ser grave, más en nuestras condiciones, pero no le deje todo al Gobierno, con que se lave sus manos, con que acuda al médico ante cualquier sospecha o gripa, con eso ayudará a que sea menos el golpe que, le insisto, nos llegará tarde o temprano, a menos que las condiciones de temperatura nos ayuden.
En otras cosas…
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) está haciendo extensivas a los universitarios las convocatorias del Gobierno federal en lo que comprende a la Beca Federal Apoyo a la Manutención 2020-I y la Beca Apoyo a Madres Jefas de Familia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
La secretaria de Gestión Escolar de la UAT, Dra. Teresa de Jesús Guzmán Acuña, informó que a través de la Dirección de Becas estarán atendiendo a las y los universitarios para que revisen las bases, los requisitos y puedan participar por los apoyos.
“Está abierta la de CONACYT de Madres Jefas de Familia, donde ya tenemos identificado un grupo importante de estudiantes. Esta beca les da un apoyo con el propósito de que concluyan su formación, y en esta ocasión se incrementó a 4 mil pesos mensuales”, destacó.
De acuerdo con la convocatoria publicada en el sitio web del CONACYT, la fecha límite para la recepción de solicitudes es el 20 de marzo de 2020 a las 18:00 horas (hora de la CdMx).
Está dirigida a madres jefas de familia que sean solteras, divorciadas, viudas o separadas, y que estén cursando estudios profesionales en Instituciones Públicas de Educación Superior (IES) pertenecientes al Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (RENIECYT) del CONACYT.
Cabe señalar que la convocatoria Becas de Manutención está publicada en el sitio web https://www.gob.mx/becasbenitojuarez y establece como fecha de registro del 26 de febrero al 9 de marzo de 2020.
Por último, informó que los estudiantes interesados en participar pueden consultar y ser asesorados para los trámites a través de la página de facebook de la Dirección de Becas de la UAT, o en las oficinas de esta dependencia ubicada en el Edificio CAUCE planta baja, en el Centro Universitario de Victoria, teléfono conmutador 834 31 8 18 00 extensión 2612.
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