Por Fernando Acuña Piñeiro

 

Gabriel García Hernández, el coordinador federal de los súper delegados que manejan los programas sociales obradoristas en el país, fue exhibido este jueves en el diario ‘Crónica’ y en uno de los portales más relevantes del periodismo virtual en México, como lo es ‘La silla rota’. Su principal acusadora (según la información) es Yeidckol Polevnsky.

En ambos espacios mediáticos se difunden las declaraciones de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, en los cuales se acepta que el citado funcionario, al cual algunos llaman ‘El monje negro’ del asistencialismo federal, figura en las indagatorias por presunto uso indebido de programas, para fines políticos.

Como ya lo hemos comentado en colaboraciones anteriores, el papel  que ha venido desempeñando García  Hernández, primero como secretario de Organización de MORENA, y como el creador y operador central de su padrón nacional de militantes, y posteriormente como el coordinador  general de los programas sociales obradoristas en el país, lo convierte en un personaje clave a la hora de utilizar el dinero público para construir proyectos políticos personales.

Esto último es lo que está sucediendo en varios estados de la República, donde los súper delegados y sus equipos se encuentran haciendo campaña para alcanzar gubernaturas, diputaciones federales y alcaldías, todo ello, utilizando la estructura oficial integrada por los llamados servidores de la nación.

Pese a que hasta ahora se han abierto, según la SPF, aproximadamente 102 carpetas de investigación contra funcionarios federales de Bienestar Social, en varios estados de la República, pareciera que hay una mano protectora que impide se les  juzgue y se les castigue, empezando por sus renuncias a los cargos que actualmente desempeñan, haciendo gala de su calidad de intocables.

De las investigaciones que se han iniciado contra delegados de Bienestar, ¿en cuántas está involucrado Gabriel García Hernández?, se le preguntó a la secretaria de la Función Pública. Y la respuesta  fue: “Sí  está evidentemente el funcionario que usted señala, aunque no le podría decir con certeza en cuantas. Pero está la investigación en curso”, dijo.

Sobre la enorme importancia que actualmente tiene la posición de Gabriel GH en el sexenio de la 4T, es necesario decir que dicho funcionario no sólo controla al actual padrón de MORENA, sino que se dio el lujo de recomendarle al Presidente a quien, desde mediados del año pasado, es el nuevo titular del CONEVAL, un doctor en economía, de nombre José Nabor Cruz, de quien se dice es  amigo de GGH.

Gonzalo Hernández Licona, el anterior titular, fue obligado a renunciar.

Como ya se sabe, el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) es la institución responsable de medir la pobreza en México. Justamente por la estratégica función que desempeña,  algunos grupos empresariales sospechan que al colocar ahí a un incondicional de la política obradorista, sus métodos para evaluar la pobreza en el sexenio de la 4T sean parciales a los intereses políticos del Presidente.

En este tema, Gabriel García Hernández tuvo también cierta injerencia.

Otro punto del análisis digno de diseccionar en esta colaboración, es el siguiente: en un inicio se dio cierta alianza o convergencia de intereses entre ‘El monje negro’ y Yeidckol Polevnsky, hacia el interior de la dirigencia nacional de MORENA. Ambos personajes confeccionaron las candidaturas a cargos de elección popular, mismas que en su mayoría arrasaron en la elección presidencial del 2018.

Si validamos dicho antecedente, damos por hecho que candidaturas como la del senador Américo Villarreal Anaya, en Tamaulipas, palomeadas por AMLO, fueron acatadas tanto por Gabriel como por Polevnsky. Justo ahí nació el tutelaje político y la cercana amistad de Yeidckol con Villarreal Anaya.

El punto de quiebre sobrevino cuando Gabriel García es nombrado coordinador de  los súper delegados federales en el país. A partir de ese momento se inicia la lucha entre los proyectos políticos que Gabriel cobija, entre ellos el del JR en Tamaulipas. Y ello provoca que el cardiólogo Villarreal Anaya se repliegue con Polevnsky.

La encarnizada guerra que se libra entre Gabriel García y Yeidckol adquiere una gran importancia de cara a las elecciones del 2021, donde estarán en juego candidaturas a gobernadores, a diputados federales y alcaldes en todo el país.

El botín político y económico que estará en juego, en la cancha morenista, será el más suculento después del 2018. Obviamente, el que podría salir ganando de este choque, como tercero en discordia, podría ser el obradorista Mario Delgado Carrillo.

Actualmente el llamado ‘Monje negro’ del obradorismo asistencialista y la polémica dama que aun se autodefine como presidenta nacional de MORENA, están librando una cruenta lucha donde no parece haber puntos medios. Y ambos están jugando al todo o nada.

De los resultados de este choque de locomotoras, podría depender la suerte política de sus respectivos ahijados en el estado. Ambos, Américo y JR quieren ser dueños de la candidatura a gobernador.

Podría ganar uno de ellos. O finalmente ninguno, pues un tercero, sin mayores conflictos o enfrentamientos, alcanzaría la liebre después de que ellos la corretearon en un crudo enfrentamiento.