Por Jaime Luis Soto
En plena pandemia por el coronavirus que ha generado harta preocupación entre millones de familias que viven con un estrés al máximo, aparece el ex mandatario Vicente Fox Quesada para provocar sonoras carcajadas entre el respetable público cuando aseguró que no tiene dinero ni para comer.
Como que ahora sí al guanajuatense se le fueron las cabras al monte como dicen en el rancho, pues el 99.9 por ciento de los mexicanos simple y sencillamente no le creen que no tenga ni para comprar un kilo de tortillas que ya ronda los 20 pesos.
Fox jura que no ha robado a nadie, eso ya se lo dejamos a su conciencia pues remember que todo mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Pero eso de decir que en su bolsillo no trae ni para un taco que se lo deje a los millones de mexicanos que viven con el gruñidero de tripas ante la pérdida de empleos y la falta de circulante mientras voltean a ver a sus seres queridos pensando cómo conseguir lana para alimentarlos.
Pero en la entrevista que CNN le realizó, Fox Quesada de plano no se midió cuando dijo que él ha sido el mejor Presidente que ha tenido México, pero la realidad es que su sexenio fue un auténtico desastre donde de plano se le perdió el poco respeto que aún se le guardaba a la figura presidencial.
Remember que Fox ganó una impresionante popularidad siendo precandidato y candidato presidencial pero ya en el poder fue una auténtica decepción pues junto a ‘Martita’ se dedicaron a hacer puras barbaridades.
No olvidemos que se ha dicho que Fox trae el proyecto de ser candidato a una diputación federal en el 2021 en un intento más por fastidiarle la vida a la Cuarta Transformación y no hay impedimento legal alguno para que pueda participar en las elecciones del próximo año.
Claro, una cosa es ser candidato y otra ganar en las urnas. Será harto interesante ver en el 2021 si Fox es capaz de lograr tal misión. Por lo pronto, tal parece que quiere mostrar una cara de sufrido para seguir acaparando reflectores.
¿Y los partidos políticos?
Ya vamos para casi dos meses de contingencia y cuarentena –que ya se alargó– y es fecha que los dirigentes de los partidos políticos en la entidad siguen sin hacer acto de presencia en alguna acción en beneficio de las familias más necesitadas.
Mire Usted que antes de esta contingencia, dirigentes como Luis René Cantú Galván –‘El Cachorro’ para los cuates– del PAN, y Edgar Melhem Salinas del PRI, saturaban las redes sociales con reuniones donde presumían tener contacto con sus simpatizantes o tratando de convencer a más personas para que se unieran a su militancia.
Sus respectivos encargados de imagen se dedicaban a publicar infinidad de fotografías de todos los ángulos para presumir a sus jefes de que andaban chambeando y sudando la camiseta.
No había día en que no anunciaran algo con bombos y platillos…
La pregunta es: ¿Dónde andan ahora esos dirigentes partidistas…?
Se esfumaron…
Por supuesto, nadie los extraña ni quieren que se aparezcan para hablar de cuestiones electorales ya que no son los tiempos, y aunque oficialmente lo fueran a nadie le importarían pues hoy más que nunca la prioridad es la salud de todas las personas.
Ya ve Usted al IETAM que pese a la tormenta no se hinca y sigue anunciando que hasta el momento no hay fecha para modificar el calendario electoral en Tamaulipas que arranca en septiembre.
Los líderes partidistas deben entender que son tiempos muy difíciles sobretodo para aquellas familias que se han quedado sin trabajo y que vivían con ingresos diarios. Precisamente en esas redes sociales se han contado muchísimas historias de personas que no tienen para comer y están hablando en serio no como el mentado Fox.
Lo ideal es que esos dirigentes partidistas se pongan las pilas y convoquen a sus equipos de trabajo a organizar colectas para llevar apoyos a esas familias a las que, ojo, se les debe de apoyar de corazón y no con intenciones futuristas.
Si hoy esos dirigentes de partidos no quieren hacer nada es su problema. Cuando pase esto del coronavirus –que tiene que pasar, seamos optimistas– el pueblo les pasará la factura por su indiferencia.
Pa’l baile vamos. Cuando ya se pueda…
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