El Reino Unido salió oficialmente de la Unión Europea (UE) el pasado viernes en punto de las 23:00 horas de Londres, en un momento en que la población expresó su sentir por este hecho histórico a las afueras del Parlamento británico, donde miles de personas se congregaron para la cuenta regresiva.
Después de años de negociaciones, el Primer ministro, Boris Johnson, consiguió culminar el llamado “Brexit”, por el cual el Reino Unido mantendría su independencia del bloque europeo.
“Hoy hemos dejado la UE, un punto de inflexión extraordinario en la vida de este país. Unámonos ahora para aprovechar al máximo todas las oportunidades que traerá Brexit, y desatemos el potencial de todo el Reino Unido”, celebró Johnson en su cuenta oficial de Twitter.
El primer ministro también dio un discurso horas antes de este momento único, donde afirmó que entre la población existen tres grupos a quienes les expresó total comprensión, los británicos que miran el Brexit con esperanza, quienes lo ven como una pérdida y aquellos que llegaron a sentir preocupación porque la disputa política no tenía fin.
En contraste con la postura de Johnson y los grupos euroescépticos, la Unión Europea expresó tristeza por la decisión de Reino Unido.
Los principales representantes del organismo internacional lamentaron que una alianza con más de 40 años de historia llegara a su fin y durante la firma del Acuerdo oficial el miércoles pasado se despidieron con la expectativa de que este suceso sea un “hasta luego” y no un “adiós”.
Incluso hubo lágrimas en el Parlamento Europeo, donde los 72 eurodiputados británicos reafirmaron su salida del bloque con una emotiva despedida donde el resto de los países miembros entonaron la canción popular escocesa de despedida titulada “Auld Lang Syne”.
Tanto los miembros de la UE como los dirigentes políticos de Reino Unido han mantenido la postura de que esta separación no implica una ruptura tajante de las relaciones, sino un nuevo tipo de alianza estratégica donde se optará por cambios paulatinos en lugar de una salida brutal.
El siguiente paso será continuar las negociaciones para que ni los ciudadanos europeos ni el pueblo británico deban pagar un precio alto por este episodio político.
Según establecieron ambas partes, desde este momento se contarán con 11 meses para definir el tipo de relaciones y acuerdos que llevarán en materia política, económica y migratoria.
Funcionarios británicos han afirmado que el Brexit es una oportunidad crucial para que Reino Unido pueda celebrar sus propios acuerdos bilaterales con otros países, sin embargo, esta proyección llevará tiempo pues primero se debe trabajar por la unidad al interior del país y, posteriormente, mirar hacia el exterior.