Por Felipe Martínez Chávez

 

En plena crisis por el coronavirus, de plano en el medio político se soltaron los demonios. Da la impresión que se anticipa la batalla final. Adelantada en meses y años si consideramos que la elección federal intermedia es en junio del 2021, y la madre de todas el ‘24.

Las locales de diputados, como sabemos, se homologan en el ‘21 con la federal y en el ‘22 es la gubernatura.

El PAN, el único partido de fuerte contrapeso a la 4T, abrió fuego en varios frentes para reducir a López y compañía, bajarles la guardia y por tanto popularidad que puede traducirse en votos.

La batalla tiene signos de frontal ‘a dos de tres caídas y sin límite de tiempo’, como dicen los amantes de la lucha libre.

Este mismo miércoles el partido ofreció asesorar jurídicamente, vía amparos, a todo mexicano al que se le niegue la prueba del Covid o sienta que no ha recibido la atención médica debida en el IMSS, ISSSTE o sistema INSABI. La consulta es gratis.

Una segunda tanda de amparos se ofrece a los empleados del  propio sector salud, que no reciban el instrumental preventivo necesario para evitar riesgos de contagio del virus.

Asegura el jefe nacional azul, Marko Cortés Mendoza, que la respuesta de la justicia mexicana debe darse en no más de 24 horas.

Esa invitación a unirse a esta lluvia de amparos incluye a los tamaulipecos. Vía internet y en el partido está a disposición el formato para concurrir a los juzgados de distrito en demanda de protección de la justicia federal.

A nivel GOAN (Gobernadores de Acción Nacional), el grupo entregó una carta al presidente López exigiéndole que articule un Programa de Emergencia Económica que busque la recuperación de nuestra economía.

Es como pedirle peras al olmo pero, son siete acciones inmediatas las que piden, entre ellas la exención de aportaciones patronales al IMSS, Infonavit y Afores por el siguiente trimestre; diferir el pago de impuestos provisionales; pagar a los proveedores que debe el Gobierno federal y anticipar las compras del segundo semestre del año.

Como sabemos, en la GOAN cabalga Tamaulipas con Gobierno emanado de Acción Nacional, que exige respuestas y apoyos de parte del Gobierno central.

Un día antes Acción Nacional presentó denuncia ante la Fiscalía General de la República y en la Función Pública, para que aclaren un presunto sobreprecio por mil 100 millones de pesos en que el Gobierno de México compró ventiladores médicos.

Ya por la tarde, este mismo miércoles, los gobernadores publicaron en twitter que el Presidente es desinformado por sus colaboradores: “Su dicho se basa en información falsa: No hemos recibido recurso extraordinario para atender la pandemia del Covid, sólo el ordinario al que tenemos derecho”.

A nivel Tamaulipas, después de Gerardo Peña Flores, coordinador parlamentario local, el senador Ismael García Cabeza de Vaca dejó ir una segunda ‘andanada’ a su colega Américo Villarreal Anaya, al pretender éste dar marcha al proyecto del préstamo por cuatro mil 600 millones de pesos.

Las preguntas de Ismael a Américo (en la gran batalla final podrían ser contrincantes en 2022):

–Yo te pregunto a ti Américo ¿dónde estabas cuando los gobiernos de Tomás Yarrington y Eugenio endeudaron por más de 13 mil millones de pesos a nuestro estado? ¿en dónde estabas cuando Tamaulipas se hundió en una ola de violencia?

Lo dicho, en un momento de ‘suerte’ serían contrincantes en las urnas dentro de poco más de dos años.

Por el lado morenista, fue el cardiólogo victorense el que tiró la primera piedra y luego se treparon al ring otros de peso mosca como Rodolfo González Valderrama, para decir que la 4T le ha enviado a Tamaulipas no los 734 millones sino 1,994 contantes y sonantes para combatir la pandemia y, el ‘cochinito’, puede subir 500 más.

Nadie le ha respondido. Está pendiente.

Volviendo con esa batalla anticipada ¿qué fue lo que decidió al PAN a endurecer la resistencia? ¿acaso las últimos sondeos de opinión que colocan a MORENA muy por abajo de lo que fue en 2018? Ahí pudiera estar el origen.

Hace dos días el cotidiano El Financiero resumió que, entre el respetable, las simpatías para con el partido de AMLO andan en un 18 por ciento, muy por abajo de los 46 puntos que alcanzó en los primeros meses de gobierno.

Horas antes la poderosa Mitofsky difundió que el señor López trae una aprobación del 46.5 por ciento, varios puntos por abajo de los 58.7 que registraba a principios de año.

Hay que recordar que, en lo máximo de su aceptación, el Presidente alcanzó casi los 80 puntos, sobre todo cuando lanzó la lucha frontal contra la corrupción y el ‘guachicoleo’.

De toda maneras, hablando de partidos, MORENA sigue a la cabeza de las preferencias electorales y López, goza de más popularidad que otros presidentes a un año y medio de su ejercicio.

Pendientes de cómo evoluciona esta batalla adelantada. Falta tiempo para el reto final pero, ésta la cuarentena por el coronavirus parece darles nuevas ideas a los actores políticos.

Cada quien en sus cuartos de guerra generando y preparado arsenales.