Por Fernando Acuña Piñeiro

 

Debido a la realidad que se vive en el norte del país, por la vecindad estadounidense, lo cual genera condiciones de alto riesgo para la población de esta región, los gobernadores de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, pidieron recientemente al presidente AMLO cerrar los aeropuertos a los vuelos provenientes de Estados Unidos, Europa y Asia. Eso fue el pasado 19 de marzo.

También solicitaron al Presidente la liberación de recursos presupuestales extraordinarios, provenientes del Fondo de Desastres. Pero todo lo que tiene que ver con dinero público sigue manteniéndose muy centralizado por parte del Gobierno federal.

Por las diferencias en los criterios para abordar las estrategias sobre el coronavirus, pareciera que los mandatarios del noreste pueden llegar más fácilmente a tener acuerdos con las autoridades texanas, mismas que sí están viendo con realismo la pandemia, y ya han ordenado severas medidas en sus condados sureños, especialmente el de Cameron, donde un juez prohibió de plano toda circulación de personas.

López Obrador ha señalado que las decisiones que tome su Gobierno, respecto al Covid-19, serán de carácter científico y académico ‘y no ocurrencias políticas’, con lo cual pareciera estar descalificando a otras voces que proponen sus propias estrategias, en el marco institucional del federalismo mexicano. La realidad es que, cada región del país, tiene condiciones específicas y no es igual, por ejemplo, Tabasco que Tamaulipas, Nuevo León o Coahuila. En ese sentido, los planteamientos de los gobernadores norestenses tienen sustento.

“La política es un noble oficio, pero no sabe de epidemias, de virus. Yo de eso no sé, no soy todólogo. No soy sabelotodo, y es un asunto muy serio, como para estar opinando sin conocimiento”, ha dicho el Presidente.

Sin embargo, hace ocho días, AMLO fue duramente criticado por no hacerle caso a las autoridades federales de salud sobre la necesidad de guardar la sana distancia.

Más recientemente, el Presidente publicó un video donde come en un restaurante e invita a la población a que acuda a restaurantes y fondas, alegando que el país se encontraba en primera fase y que no había que adoptar medidas exageradas.

Ayer, el subsecretario López-Gatell dijo que todo el Sector Salud en México debe estar hoy más que nunca unido, ante el problema por el que se atraviesa.

¿Realmente habrá unidad de criterios, entre los diversos niveles de autoridad y Gobierno?

 

Fase dos: despega el avión

La fase dos de la estrategia contra el coronavirus, acaba de iniciar en México. El presidente AMLO se hizo acompañar de su brazo derecho, el subsecretario Hugo López-Gatell, y de los secretarios de Marina y de la Defensa. Para ser honestos, me convenció más lo que dijeron ellos, porque AMLO insistió en un inicio con su mismo discurso ideologizado, lo cual no le hace bien a la nación en estos momentos en que la República necesita de todos y cada uno de sus hombres y mujeres, ubicados en posiciones estratégicas de las políticas públicas.

De los expositores de la fase dos, me pareció muy interesante lo que dijo el secretario de Marina, Almirante José Rafael Ojeda, en el sentido de que utilizarán sus aeronaves para el posible traslado de pacientes. Dijo que se tienen disponibles 4 mil 43 camas en centros de aislamiento voluntario, y 79 camas para casos graves, en diversas partes del país.

Dijo que la Secretaría de Marina cuenta con la infraestructura, ya sea por aire, tierra o mar, para trasladar a personas que estén enfermas o bien para trasladar médicos, equipo, medicinas o lo que se requiera.

Señaló que se cuenta con cinco aeronaves-ambulancia, con equipo de terapia intensiva para atender pacientes, y además de estas aeronaves, están disponibles buques, tracto camiones, para lo que se necesite.

 

Lo que dijo el subsecretario López-Gatell.

He aquí algunos de los aspectos más relevantes de lo que dijo el médico de la República, convertido en el estratega numero uno de Palacio Nacional, en el tema del coronavirus:

1.- Dijo que la epidemia del coronavirus en México será larga, y durará por lo menos 12 semanas (tres meses), como ocurrió en China.

2.- Aclaró que México aún no ingresa a su fase de dispersión comunitaria, o llamada también su etapa exponencial (que será la prueba más dura para el sistema de salud nacional), y que, según López-Gatell, podría dar inicio en 40 ó 50 días más, a partir de que se registró el primer caso.

3.- En el peor de los escenarios, si ninguna persona fuese atendida, el contagio alcanzaría a 1.2 millones de personas en nuestro país. Pero con las medidas que se están adoptando, se prevé que el número de las que pudiesen enfermarse oscilaría entre 175 mil y 300 mil. De ellas, poco más del 70 por ciento no requerirían terapia intensiva, lo cual sigue siendo una cifra alta.

4.- El INSABI busca contratar a 43 mil profesionales de la salud. Hasta ahorita ha contratado sólo a mil 200.

5.- Llamó López-Gatell a que no haya enfrentamientos entre las mismas dependencias del sector salud.

6.- Anticipó o dio a entender que el número de víctimas del coronavirus en México será menor al que actualmente registran Italia, España, Francia, Alemania y Estados Unidos.

7.- El subsecretario de Salud rechazó la versión de la Organización Mundial de la Salud, OMS, en el sentido de que en México ya estamos en la fase de contagios comunitarios. Indicó que apenas se da el uno por ciento, y que sería arbitrario y poco realista acelerar la estrategia de un día para otro.

8.- Aseguró que aún no llegamos al punto de inflexión, o sea, el paso de la propagación lenta a la acelerada.

9.- Hasta este martes, México reportaba 367 casos, de los cuales 292 son importados, causados por personas que viajaron al extranjero. Y sólo cinco, es decir el uno por ciento, ya son de carácter comunitario.