Por Alejandro Govea Torres

Recientemente la candidata de Morena al Senado, Olga Patricia Sosa Ruiz presumió que tenía una amplia ventaja de más de 30 puntos en las preferencias electorales de los ciudadanos consultados por la empresa Massive Caller el pasado 10 de marzo, sin embargo, se sabe que este tipo de estudios de opinión pública no están apegados a la realidad porque los resultados salen para complacer los intereses políticos de quienes los pagan.
Está demostrado que la señora Sosa Ruiz no es una buena candidata, ni siquiera con el apoyo de sus patrocinadores, como ocurrió hace tres años cuando sucumbió ante Jesús Nader Nasrallah en la elección por la alcaldía de Tampico.
La contendiente morenista pretende “revivir” viejas glorias, pero está visto que ha dejado de ser una buena opción ante el electorado tamaulipeco, sobre todo después del pobre trabajo que hizo como titular de la Secretaría de Trabajo en la actual administración estatal.
El equipo de campaña de la señora Sosa Ruiz recurrió a la consabida maniobra electorera de hacer creer a la opinión pública que encabeza las preferencias electorales, cuando en realidad no ha logrado despertar el interés de la ciudadanía tamaulipeca, incluso no se descarta la posibilidad que trataron de evitar la caída libre que registra su nominación como candidata al Senado.
Y como dice el viejo refrán, los asesores de la candidata morenista “se fueron hasta la cocina” al colocar hasta el tercer lugar a la fórmula del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM), integrada por Eugenio Hernández Flores y Maki Esther Ortiz Domínguez, cuya burda maniobra nadie creyó ante la popularidad del exgobernador tamaulipeco y de la exalcaldesa de Reynosa.
Todavía es más creíble que la fórmula de la alianza “Fuerza y Corazón por Tamaulipas” al Senado, integrada por Imelda Margarita Sanmiguel Sánchez y Arturo Fidel Núñez Ruiz, ocupe el segundo lugar de las preferencias electorales de los ciudadanos consultados de Massive Caller.
A propósito, si bien es cierto que las otras fórmulas para contender el próximo 2 de junio por un par de curules en el Senado no trascenderán, resulta poco profesional por parte de la empresa encuestadora en comento que no sean tomadas en cuenta, sobre todo cuando representan una minoría que participa activamente en el proceso electoral.
Me refiero a las fórmulas del Partido del Trabajo (PT), integrada por Cendy Yarelly Robles Méndez y José Francisco Chavira Martínez, así como también por Movimiento Ciudadano (MC), Andrea García García y David Carlos Cordero Herrera, quienes seguramente tendrán numerosos simpatizantes que votarán por ellas y ellos el próximo 2 de junio.
De regreso con la pregunta de la columna de hoy: ¿Le cree usted a Olga Sosa? Seguramente no, como este servidor, porque se trata de un ardid que sólo busca engañar a la ciudadanía cuando en realidad la candidata del partido guinda al Senado ha perdido toda credibilidad.
Ni siquiera sus patrocinadores la podrán ayudar para tratar de evitar una nueva derrota electoral, especialmente ahora que lleva como compañero de fórmula a un político pasado de moda, como es el caso de José Ramón Gómez Leal, mejor conocido como JR.
En otro tema, mientras que en clínicas y hospitales del Sector Salud no hay medicinas para surtir cientos de recetas de pacientes que se ven en la necesidad de comprarlas para recobrar la salud, el presidente López Obrador está de dadivoso con varios dictadores latinoamericanos de izquierda, como es el caso de Nicolás Maduro Moros de Venezuela, ya que la canciller Alicia Bárcenas Ibarra firmó en su representación el convenio denominado “Vuelta a la Patria” durante la pasada cumbre de la Conferencia de Estados Latinoamericanos y el Caribe (CELAC), celebrada en Kingstown, San Vicente.
“El convenio contempla la entrega de 110 dólares cada 30 días por un periodo de 6 meses con cargo al erario de nuestro país, a cada uno de los migrantes que fueron deportados de Estados Unidos a México y ahora serán repatriados a Venezuela”, explicó la canciller Bárcenas Ibarra.

El primer vuelo con 80 venezolanos salió del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) el pasado 16 de marzo, sin embargo, se sabe que en enero pasado fueron repatriados 255 venezolanos con los mismos beneficios del convenio “Vuelta a la Patria” entre México y Venezuela.
No es la primera vez en que López Obrador utiliza recursos públicos para apoyar a sus amigos dictadores latinoamericanos, puesto que con el argumento de la “fraternidad universal” sigue apoyando al dictador Manuel Díaz-Canel Bermúdez de Cuba, ni siquiera porque existen denuncias de violaciones a los derechos humanos en la isla caribeña.
Por otra parte, vaya escándalo que se vivió ayer ante la posibilidad de que la “Hora Nacional”, que se transmite desde hace 86 años cada domingo de las 22 a las 23 horas, no sea incluida en la programación habitual de cada fin de semana por parte de los concesionarios ante una recomendación de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) para evitar sanciones por parte del Instituto Nacional Electoral (INE).
Y es que existe una demanda en contra de los productores de la “Hora Nacional” por parte de los diputados Luis Mendoza Acevedo y Federico Döring Casar del PAN porque favorecieron a la candidata presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, Claudia Sheinbaum Pardo en tres de sus últimas transmisiones en más de 1,700 radiodifusoras en todo el país, que se enlazaron en cadena nacional.
Los legisladores panistas argumentaron que los productores de la “Hora Nacional” violaron los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad de la contienda electoral, así como la cesión de adquisición de tiempos en radio con fines político-electorales”.
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