Por Juan Sánchez Mendoza

En la víspera le comenté que las preferencias ciudadanas, en los procesos para elegir presidente de la República, Congreso de la Unión, diputados de los estados y ayuntamientos (incluso gobernadores en ocho entidades y en la Ciudad de México jefe de gobierno), son inciertas, pese a lo que arguyen las empresas encuestadoras al ofrecer resultados que favorecen a quienes las pagan, regularmente.
Hay ejemplos claros de esa práctica. Sin embargo, en territorio son los grupos de interés los que determinarían hacia donde inclinar la balanza, en las localidades donde tienen influencia sobre el electorado cuya votación la marcan ellos mediante el corporativismo o amenaza.
Y es precisamente lo que ocurre en los 2 mil 469 municipios que hay a lo largo y ancho del país.
En el caso de los grupos que dicen mandar en las localidades con más desarrollo económico y explosión demográfica de Tamaulipas ayer cité tres demarcaciones (Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros), para dar paso este día a los restantes clanes y/o personajes que se abrogan el control político:
d) Ciudad Madero:
1) El ex alcalde Adrián Oseguera Kernion mantiene fuerte mando entre la población; y según se aprecia jugaría en contra de morena pese a ser su candidato a la diputación federal, por sus ‘discordancias’ con Mario Martín Delgado Carrillo y Erasmo González Robledo, quienes no admiten y menos han justificado su complicidad con los hermanos Carmona Angulo.
2) El gremio petrolero, que hasta el momento no ha decidido con quién jugársela y eso mantiene inquietos a los candidatos al Congreso de la Unión, a la alcaldía y a los precandidatos al Congreso local:
3) Los hoteleros, que son quienes más recursos aportan al municipio y al gobierno estatal (vía impuestos), tampoco ‘han dado color’.
e) Tampico:
1) Los grupos empresariales Fleischamann y Grossman, aunque ya no se involucran directamente con los políticos, influyen enérgicamente;
2) El clan de los hermanos Garza Cantú que en el municipio encabeza Ramiro y administra Álvaro, igual tiene voz e influencia política;
3) El ex alcalde Jesús Antonio Nader Nasrallah, ha construido también grupo propio. Y ‘se vende caro’, tras ser ubicado como ‘uno de los mejores’ ediles del país, yendo ahora por la diputación federal;
4) María Magdalena Peraza Guerra, quien todavía maneja estructuras ciudadanas que, por supuesto, sí votan según las instrucciones que les de ella, pese a haberse bajado de la contienda como candidata del PAN a una curul estatal.
f) Altamira: Existe ahí un ‘cacicazgo familiar’ –encabezado por Juvenal Hernández Llanos, su esposa Alma Laura Amparán Cruz, y su hijo Juvenal Hernández Amparán–, inconforme porque ese puerto dejó de ser parta del octavo distrito federal, para ser ahora integrante del distrito federal seis con cabecera en Ciudad Mante;
2) La Federación de Trabajadores de Altamira Tamaulipas que durante décadas manipulara Juan Genaro de la Portilla Narváez
g) Victoria:
1) En la capital del estado no se advierten liderazgos ajenos a Américo Villarreal Anaya, ni con la reaparición política de Eugenio Javier Hernández Flores, aunque Eduardo Abraham Gattás Báez cuenta con estructura, pero por prudencia no lo manifiesta públicamente.
En otras localidades que registran números altos en la lista nominal de electores, por supuesto tampoco se percibe realmente la intención del voto.
Estas son Aldama, El Mante, Río Bravo, Valle Hermoso y por supuesto Xicoténcatl.

Las cifras no mienten
Haciendo un comparativo del comportamiento ciudadano en la justa más reciente –para elegir ayuntamientos en los municipios más poblados de la entidad–, hubo, salvo en algunas localidades, resultados competitivos.
Y ahí, precisamente, es dónde los candidatos deberían buscar la suma de simpatizantes a sus causas.
Ejemplifico:
a) Nuevo Laredo, donde la diferencia fue de apenas 2 mil 673 votos, a favor de morena (en 2021), ganándole Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal a Yahleel Abdala Carmona (Acción Nacional).
b) Reynosa: ahí el operativo que realizó Maki a favor de su hijo Carlos Peña Ortiz (morena) le propinó prácticamente una ‘paliza’ al albiceleste, ya que logró una ventaja de 26 mil 54 votos.
c) Matamoros: Mario Alberto López Hernández en la reelección refrendó su posicionamiento pues, ‘se la metió doblada’ al PAN –como dice Paco Ignacio Taibo II–, al superar con 53 mil 71 votos a la candidata Gloria Ivet Bermea Vázquez.
d) Ciudad Madero: en su reelección (como militante de morena) Adrián Oseguera Kernion superó a su contrincante Jaime Turrubiates Solís (PAN), con 12 mil 166 sufragios.
e) Tampico: ahí el PAN, con Jesús Antonio Nader Nasrallah le ganó a Olga Patricia Sosa Ruiz (de morena y aliados), con diferencia de 18 mil 889 votos.
f) Altamira: Armando Martínez Manríquez (morena) superó con 4 mil 426 votos a José Ciro Hernández Arteaga (PAN).
g) Victoria: morena triunfó con Eduardo Abraham Gattás Báez con una ventaja de 6 mil 850 votos, ante su adversaria (María del Pilar Gómez Leal) del membrete albiceleste.
Aquí no considero, todavía, los votos que obtuvieron los partidos ahora aliados, que podrían incidir en el crecimiento o detrimento de preferencias.
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