Por Luis A. Sánchez Álvarez

 

Justo un día después de cumplir 62 años de edad, Citlalli Ibáñez Cornejo –mejor conocida como Yeidckol Polevnsky Gurwitz–, fue desconocida como dirigente de Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Pero ella (en un twitt) considera ilegal el nombramiento de Alfonso Ramírez Cuéllar, porque, aduce: “el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) es el único órgano de dirección que puede establecer los lineamientos de cambio de dirigencia del partido”.

En respuesta el diputado federal advierte: “El nuevo presidente soy yo. Ella es la secretaria general”.

Lo cierto es que el VI Congreso Nacional Extraordinario convocado por Bertha Elena Luján Uranga contó, según ella, con mil 310 consejeros de un total de 3 mil, y la mayoría votó a favor de la planilla de Ramírez Cuéllar, en la que también aparecen Víctor Varela (Secretaría de Organización), Ariadna Pico (Finanzas), Martín Chaparro (Comunicación), Enrique Dussel (Formación Política), Edi Margarita Soriano (Indígenas y Campesinos), Liliana Castro Muñoz (Estudios y Proyecto de Nación), y Gonzalo Machorro (Producción).

El diputado federal aseguró que hoy (lunes) habrá de solicitar licencia, “porque no se pueden ocupar dos cargos, según el estatuto”, mientras ella, Yeidckol, se concentrará en la sede partidista para analizar cómo impugnar la asamblea ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Al respecto, otro de los aspirantes a la dirigencia nacional inconformes con el albazo de Luján Uranga, Alejandro Rojas Díaz Durán, publicó ayer el siguiente texto:

“Morena ya es bipolar.

“¿Por qué creen que el presidente Andrés Manuel López Obrador no envió su reflexión y posición?

“Cómo es del conocimiento de toda la militancia de Morena y de la opinión pública, fui el primero en exigir la renuncia de Yeidckol Polevnsky, por haber perdido la brújula y el timón del Titanic que es éste movimiento popular y, sobre todo, le hemos dado voz a los millones de protagonistas del cambio verdadero que fueron excluidos, rasurados y marginados del padrón del partido que ayudaron a construir y que fueron fundamentales para llevar a la Presidencia de la República a nuestro fundador.

“No se confundan…

“¿Que se vaya Yeidckol de la dirigencia de Morena? ¡Por supuesto!…

“Que impongan a otro dirigente en una asamblea, es otro cantar.

“Ahora resulta que Morena es bipolar.

“Dos dirigentes y dos facciones en pugna.

“Peor, imposible…

“El silencio de nuestro fundador (Andrés Manuel López Obrador) es el grito más fuerte de todos los protagonistas del cambio verdadero, que exigimos unidad, reconciliación, diálogo, inclusión, tolerancia y democracia….

“No lo echemos a perder, porque lo vamos a perder a él y sin él, Morena no será nada.

En fin, el pleito político, interpartidista y legal que se avizora entre los dos dirigentes, se antoja se pronóstico reservado y podría ser el principio de la extinción de Morena como partido político.

¿De qué lado se inclinará el Presidente?